miércoles, 8 de febrero de 2023

LAS MALETAS DE LOS SUEÑOS

 LAS MALETAS DE LOS SUEÑOS

Las maletas que se  sacan a pasear los primeros segundos del inicio de un nuevo año, cargadas de un sinfín de sueños y frustraciones, se han hecho cómplices y guardianas de los que siguen esa nueva tradición. Aunque en ella cabe todo lo que desees echar, se ha hecho imperativo pensar bien el contenido que deseamos enviar o traer de viaje.

Soy del creer que la conciencia colectiva, es el intangible más puro y poderoso que existe, lo omnisapiente, lo omnipresente, lo omnisensible, la que todo lo puede. Hacernos conscientes de lo que deseamos es la prioridad de la vida, todos al unísono, al lograr proyectar un deseo y hacerlo escuchar, la naturaleza se confabula con el universo entero para que se dé.  

Es conveniente meter en esas maletas el retorno de nuestros hijos que se han visto obligados a migrar, con una estampa de pobreza en la frente, a otras latitudes en búsqueda de oportunidades, pues las de nuestro país Venezuela fueron secuestradas por los saqueadores. 

Es prudente guardar,  en las maletas de sueños, todos los años de formación racional recibida desde los otrora centros de estudio de alto nivel académico y de las instituciones de formación práctica-empírica; para así ofrecerlos a los países huéspedes como el contenido en una taza de oro macizo. 

Por demás, con tiempo, es conveniente guardar en esas maletas de aliento de viaje, aunque sólo sea alegórico, todos lo que nuestros hijos y padres migrantes han aprendido, para que viajen a nuestra patria Venezuela, en el momento en que la desgracia que nos impusieron sea demolida, y se transforme en oportunidades para nuestra golpeada patria. 

Incluir en esas maletas todo lo panegírico, pues de nosotros vendrán los poemas que describan la saga de los viajeros a causa de los saqueadores. 

Que la pequeña maleta de pandora, la que trajo como regalo a Prometeo, no sea ejemplo para el llenado de las nuestras. Que las propias se carguen de bienes espirituales y prácticos y, por qué no, que la esperanza sea también uno más de esos bienes. 

Que las maletas de retorno sea las que traslademos por las calles, ya habrá oportunidad de llenar las otras. 

Dr. Edgar B. Sánchez B.