jueves, 23 de abril de 2020

NO TODO MUERE


NO TODO MUERE

He empezado abrir mi concepción cerrada de que todo muere, que no hay un más allá ni retorno posible. Soy de los que ha creido, aunque sin argumentos para la defensa, que las esencias individuales no perduran, si las colectivas. Ahora siento que si no perdurasen, entonces, cómo es posible, que haya jóvenes o niños que tanto saber sobre un arte determinado; niños músicos, jóvenes conferencistas, muchachos de poca edad capaces de ejecutar distintos instrumentos. Ahora, en mis filosofías internas, doy cabida a lo defendido por el cumpleañero, que retornamos con parte de lo aprendido acá o en una vida anterior. FELIZ AÑO AMIGO, que los asuntos filosóficos te acompañen y participen en la torta.

jueves, 16 de abril de 2020

EL NACIMIENTO. DE LAS HISTORIAS MÁS PEQUEÑAS DEL MUNDO

EL NACIMIENTO


PERSONAJE QUE HEMOS VENIDO CONOCIENDO Y QUE TENEMOS QUE APRENDER MUCHISIMO DE ÉL: SIMÓN BOLIVAR. TANTA HISTORIA, TANTAS BIOGRAFÍAS, CUÁNTOS MITOS, CUÁNTAS VERDADES...

BOLÍVAR DE CARNE Y HUESO, DE HERRERA LUQUE, LIBRO QUE DEBERÍAMOS REVISAR.
SÉ QUE NO ES APROPIADO EL SIGUIENTE COMENTARIO, PERO APROVECHANDO QUE USTEDES ESTÁN EMPEZANDO A CONOCERME, IGUAL QUE MI ENTORNO FAMILIAR, LES INFORMO QUE YO ME INICIÉ CONOCIENDO A BOLÍVAR DESDE EL PRIMER MINUTO QUE NACÍ:
MI MADRE, DOÑA FLORINDA LE PREGUNTÓ A SU COMADRE ARTEMISA, LA PARTERA, AL PRIMER MOMENTO DE MI NACIMIENTO, ¿CÓMO LO VE COMADRE? "PUES CASI NO LO VEO COMADRE, PERO TRANQUILA QUE ESE NIÑO CUANDO ADULTO VA A SER COMO NAPOLEÓN, COMO BOLÍVAR." MI MADRE QUE NUNCA HABÍA IDO A LA ESCUELA Y DE NAPOLEÓN SÓLO SABÍA QUE ERA EL NOMBRE DEL PASTOR ALEMÁN DEL VECINO, Y DE BOLÍVAR QUE HABIA VIAJADO A CABALLO POR MUCHAS REGIONES LIBERTANDO PUEBLOS COMO DON QUIJOTE Y LE LLAMABAN LIBERTADOR...LE VOLVIÓ A PREGUNTAR MUY INGENUAMENTE A SU COMADRE VIDENTE, CHAMÁN, SHAMÁN Y PITONISA ARTEMISA: ¿Y POR QUÉ MI NIÑO CUANDO CREZCA SERÁ O SE PARECERÁ A ESOS PERSONAJES. LLEGARÁ A SER LIBERTADOR? "NOOOO,
COMADRE, PARA EMPEZAR QUE ESE NIÑO NO CRECERÁ MUCHO...Y POR LO MISMO, SE PARECERA EN LO FÍSICO, NO EN LO QUE VA A HACER...NAPOLEÓN Y BOLÍVAR HAN SIDO LOS HOMBRES MÁS PEQUEÑOS DE LA HISTORIA Y LLEGARON A SER LOS MÁS GRANDES...Y PARA SER SINCERA, NO CREO QUE ESTE NIÑO LLEGUE A SER LIBERTADOR, NI SIQUIERA DEL PALMAR, QUIZÁS DE LA SELVA DE SAN CAMILO."

LEAN EL SIGUIENTE TEXTO INTERESANTE, TOMADO DE UN MURO DE FACEBOOK:
"Con solo 47 años de edad peleó 472 batallas siendo derrotado solo 6 veces.
Participó en 79 grandes batallas, con el gran riesgo de morir en 25 de ellas.
Liberó 6 naciones, cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama combinado. Fue Jefe de Estado de 5 naciones.

Cabalgó con la antorcha de la libertad la distancia lineal de 6.500 kilómetros, esa distancia es aproximadamente media vuelta a la Tierra. Recorrió 10 veces más que Aníbal, 3 veces más que Napoleón, y el doble de Alejandro Magno. Sus ideas de Libertad fueron escritas en 92 proclamas y 2.632 cartas. Lo mas increíble es que muchas de ellas fueron dictadas de forma simultánea y en diferentes idiomas a distintos secretarios. Y el ejército que comandó NUNCA CONQUISTO, sólo LIBERÓ."
Lo anterior fue el argumento con el cual la BBC de Londres eligió al Libertador Simón Bolívar como el Americano más prominente del siglo XIX.... y es nuestro.....
El Libertador"

lunes, 6 de abril de 2020

LA PORFIRADA Y EL ARCOÍRIS


LA PORFIRADA Y EL ARCOÍRIS

A Maraya nadie la convencía de que el “arcoíris” fuese peligroso, era porfiada, ya había sufrido varias vicisitudes por tener ese temperamento. No escuchaba a los mayores. Como tenía el don del la contemplación, los observaba cada vez que salían y embellecían el firmamento húmedo soleado. 

Por las tardes esperaba, en un ventanal,  para ver llegar, a la casa de sus padres, a los trabajadores de la siembra en la hacienda Barrancas, sobre todo en los días de invierno soleado. Esta hacienda está ubicada  cerca de un pueblo que adoptó el nombre de Gurumito, porque un presidente, por equivocación lo pronunció así, en vez de Guaramito, lo dejaron con este nombre por considerar que el mandatario era un enviado especial de la naturaleza y que su equivocación era vaticinio positivo para la zona. Ocurrió todo lo contrario. Con el tiempo, desde la luz de los hechos ocurridos, esta zona fronteriza se transformó en asiento de contrabando de todo tipo, por lo que allí asisten delincuentes en búsqueda de fortuna fácil, reforzados por uniformados cobradores de vacuna.    
           
Mariaya notaba que los obreros caminaban relajados y nunca atemorizados, incluso cuando dos vistosos arcoíris vestían el cielo,  sobre todo si trabajaban en las riberas de la quebrada Cascarí. Todos los signos mostraban que no lo consideraban peligroso, al menos no, al extremo como lo indicaba su progenitor.

Sus padres insistían que el fenómeno aunque hermoso en el cielo representaba peligro y que  tenía una enorme cabeza de caballo con la que bebía agua en esa quebrada, precisamente la Cascarí, en la que tanto ella le gustaba bañarse y nadar en los profundos y extensos pozos naturales. Incluso, su padre lo sabía, que a ella le encantaba cuevear, es decir, sacar a mano, sin ningún tipo de instrumento mecánico, los peses y cangrejos que se protegían en cuevas formadas alrededor de las piedras en las profundidades de los pozos de agua.  

No vayan al río, insistía su padre a la porfiada Maraya, allí bebe el arcoíris con su enorme cabeza de caballo, mientras abreva se escucha el estruendo que hace, es algo así como cuando las personas, mal educadas en la mesa, absorben comida. Mientras más escuchaba la advertencia, más curiosidad despertaba en ella, pensaba en sus adentros que su padre junto con los obreros habrían descubierto en el río algún tipo de riqueza y que se mostraba con más avidez en épocas de lluvia y que el cuento del arcoíris con cabeza de caballo abrevando era sólo para meterle miedo y el secreto se preservara, ya que según decía ella contaría a todos los demás, como con otras cosas ya había hecho.

Un día organizó una excursión al río con sus cuatro hermanos, todos menores que ella, esperó que el ambiente aunque soleado presagiara chubascos. Usó como escusa, para salir de casa, que iría a buscar leña, trozos de árboles secos, para poder  cocinar en los días venideros por cuanto estaba escaseando el combustible con rapidez. Así logró vencer la vigilancia de sus padres y se acercó a la corriente de agua, que se mostraba serena y tranquila. En el cielo se formaba un prometedor arcoíris, se veía, aunque distante, que uno de sus extremos se posaba precisamente por donde el río pasaba, de seguro bebía agua allí. Quería sorprenderlo, decía ella para sus adentros, caminaría por la mismísima rivera, tanto como fuere necesario, para lograrlo.

Así que caminó y caminó por largo tiempo, siempre por el lecho de la corriente, en la medida que se acercaba, escuchaba con más claridad el ruido que producía cada vez que succionaba agua, no se daba por enterada que esas señales sólo indicaban que venía, hacia ella, una crecida violenta de las aguas. Sólo por su  ilusión, presentía que se acercaba a su soñado multicolor celeste. En tal deslumbrante embelesamiento, no consideró la posibilidad que sus menores hermanos, y ella,  estaban en gran peligro.

Un enorme caudal de violentas aguas sorprendió a Maraya y a sus hermanos, todos fueron arrastrados río abajo, con tal violencia, que lenguaje alguno no podrá describirlo tal como realmente ocurrió. Como pudo, gracias a la destreza aprendida de tantas excursiones realizadas para cruzar a nado la quebrada, atrapó a uno de sus hermanos y lo  protegió, con grandes esfuerzos, a pesar que la corriente la estrujaba con violencia, salió a la orilla con él enganchado a su cuello. Ya a salvo, le costó convencerlo que ya podía soltarla sin riesgo algunos. No, no la soltó, se aferraba con ahínco, Maraya llegó a sentir que la ahogaba.

Los otros tres hermanos desaparecieron para nunca encontrarlos. En la soledad de la tragedia, alejada de los malecones de la quebrada,  con su pequeño hermano en brazos, se dio cuenta, que la cabeza enorme de caballo del arcoíris, que relataba su padre, era una parábola, y significaba prevención, el ruido sencillamente que producía al abrevar solo era un indicador de los enormes volúmenes de agua que se acumulan en la cabecera de la quebrada Cascarí producto de afluentes que nacen en las montañosas tierras.

Por su porfía, no logró  a tiempo interpretar el mensaje de su padre.  No sabía cómo regresar a casa y contar lo que había ocurrido, cuando lo hizo, en medio del dolor recibió una zurra de parte de su papá. A la semana siguiente optó por irse de la casa, no soportaba las reprimendas de dolor con las que su familia le acusaba. El duelo nunca le abandonó su estado de ánimo.

Cuando Maraya tuvo hijos, su primero le nació recién cumplidos los dieciocho, les hablaba sin mensajes cifrados detrás de metáforas, convencida logró comunicarse con fluidez y claridad. Las metáforas sólo las usaba para relatar la forma como sus padres le enseñaron.

Dr. Edgar B. Sánchez B.

sábado, 4 de abril de 2020

EL QUE SIEMBRA TIERRA AJENA HASTA LA SEMILLA PIERDE

EL QUE EN LO AJENO SIEMBRA HASTA LA SEMILLA PIERDE

Una de las culturas, por la que siento respeto, aunque por todas, en sus respectivas formas, hay belleza, es la cultura suiza. Ellos, al menos eso es lo que he oído de los que viajan o leído de tantos relatos que nos llegan de escritores que resaltan lo positivo. “Que los suizos han desarrollado niveles de respeto muy elevados”. Traigo a colación, aunque esto también ocurre en otros escenarios del mundo, por ejemplo, el saber escuchar en silencio, una presentación musical, dancística o teatral, sin interrumpirla, dicen que disfrutan cada detalle hasta el final, sin aplausos. Esto me parece admirable por cuanto,  en el caso de los constructores de sonido, donde tengo alguna escuálida experiencia,  el mejor regalo que se le puede brindar a un músico es escucharlo y permitir que el artista sienta lo que logra con su ejecución, es decir, cuanto es capaz de llenar los espacios de la interioridad del ser de cada uno de los seres que le asisten, y, por supuesto, recibir, terminada la obra, una buena dosis de aplausos y si es de pie mejor.  

Otra, que también, es objeto de admiración, para ese pueblo, es  la cantidad de idiomas con la que se comunican, aunque esto no indica que tengan para lograrlo un valor especial, por cuanto,  lo único que se requiere es vivir en tan ventajoso lugar rodeado de países con distintos idiomas.
Lo que si admito, que es una virtud desarrollada y colectiva, y esto quisiera sembrarlo en mi pueblo, es el respeto por lo ajeno, no lo ajeno en cuanto propiedad individual, sino lo ajeno en cuanto propiedad colectiva, claro está, en Suiza, lo desarrollado en la propiedad colectiva cuenta con la aprobación consensuada y es parte de la estructura escrita del estado. 

En este pueblo las propiedades colectivas, llámese: islas de las avenidas, jardines de las urbanizaciones, zonas verdes, declives extensos en las vías de circulación rápida, plazas públicas y riberas de los ríos. En esas locaciones lo que un Suizo siembra nunca es tocado por los que no lo hicieron nada para que ocurriera. Es cultural y protegido por las leyes, más aún, el que lo hace, aparte de beneficiarse del fruto inmediato de su dedicación, el lo mediato es estimulado, por cuanto, las siembras son consideras para deseable del embellecimiento de la ciudad.

En nuestro caso, los lechosos y cambures de nuestro vecino, al final de la calle dos, hay que respetarlos, sólo él puede recoger los frutos de su siembra, claro si el uso de ese terreno para tal fin es consensuado,  a los otros les corresponde disfrutar la belleza que esto genera.

Sobre el jardín de la parte última de calle tres, así como el que adorna la cancha, no es correcto que sea violentado, cosechado, por los que muy poco o tal vez nunca,  contribuyeron en su mantenimiento y ornato,  es claro que sólo los vecinos aledaños son los que gota a gota proveen el agua, limpieza y abono, en los momentos aciagos de veranos inclementes y no son los vecinos distantes.
Lo malo de la costumbre de cosechar lo que no hemos sembrado, no es tan solo el recolectar, sino tomar de la planta hasta destruirla, prácticamente arrancarla de pata. Sé que los que este tipo de hábitos negativos no cambiarán nunca, pues, los que lo practican no se siente aludidos, por cuanto siempre han sido así, sin embargo cambiar algunos modelos de comportamiento por otros que han sido exitosos es tarea de las comunidades organizadas, los personeros con su acción diaria, generan bienes culturales de alta valía.

Debo aceptar que la comunidad no ha escrito y propuesto las normas para el cosechamiento y estilo de ornato, es bueno hacerlo, para ello le sugiero revisar las formas de cooparticipación de otras comunidades exitosas entre ellas las ciudades Suizas. Mientras esto no ocurre no destruyamos lo que otros, sudor a sudor, han logrado para que nuestro espacio se vea hermoso y sirva de vitrina de gente organizada

Dr. Edgar B. Sánchez B.

jueves, 2 de abril de 2020

IMPOTENCIA

IMPOTENCIA
La sensación que se siente por tener hijos despatriados por la crisis creada de oportunidades es extraña y difícil de superar, carcome las profundidades del ser e invade los pensamientos y no se aleja por más que se haga el mayor esfuerzo posible. Ahora con la pandemia del covid19 se hace hace más evidente la impotencia sentida. Todos los padres les gustaría tener a todos sus hijos dentro de su protocolos de seguridad. Sabemos que ellos tienen su propios medios de refugio. Si la memoria no nos traiciona está será una experiencia para futuros diseños de globalización. Sin embargo, la peste negra de El Decamerón, de Boccaccio o, la Peste de Albert Camus fue tal olvidada que sólo hemos usado de esa experiencia nefasta el cobijarnos, en cuarentena, bajo el refugio de nuestras casas. Esperemos que cuanto regresemos a nuestros lugares de esparcimiento no sea necesario relatar historias tristes de los que no regresarán.