martes, 17 de julio de 2018

UN ROBO ACORDADO

UN ROBO ACORDADO
Cuando el silbido sonó, preciso y sin gran alharaca, mi hermana corrió presurosa. Al fondo, entre los racimos de cambur y matas de café florecidas,su amado le esperaba con sus brazos abiertos, se besaron con profundidad de amor compartido y decidido, ella agarro la alforja que debía cargar hasta la casa que sería su primera sede de matrimonio y familia, allí llevaba los preparativos que los alimentaría la primera semana de intenso amor. Ella era un mujer radiante de juventud y buen vestir, al estilo de Almacenes Yanhet, él enérgico con brazos tallados por las faenas del campo. La montaña en la que vivirían es un mirador cercano a Pan de Azúcar, en las luces del pueblo Colón de Las Palmeras, alumbraban, aunque exiguas, el patrio de la casa con su sardinel decorativo. Pronto el ahora esposo le llevaría carne de Lapa y Cachicamo que cazaba en abundancia en el bosque de su propiedad.
Edgar B. Sánchez B.

sábado, 7 de julio de 2018

EL DUELO

El duelo toma tiempo, por eso se llama duelo. La muerte de un familiar ascendente un poco más de un año, por esa razón las personas se vestían de negro para que los otros se informaran que estaban de duelo. Por la muerte de un hijo el dura mucho tiempo, sin embargo creo que cinco años es una buena aproximación, después de ese tiempo duele mucho aún, sin embargo se puede hablar de ellos sin lágrimas. El duelo por un amor es terrible, por cuanto, es posible que se vea a diario, peor si tiene otra pareja, y comienzan las mariposas a volar en el estómago. No estoy exagerando, si existen las mariposas. Creo que el duelo más grande lo produce la depatriación, el destierro, producto de un gobierno desalmado que adían a su pueblo y las personas tienen que emigrar etiquetados de pobreza y a trabajar en lo que sea para sobrevivir. Este último duelo puede durar muchos años. Si se logra el retorno se llorará el tiempo que se vivió fuera de su tierra. Otro duelo es el de la familia que se desorienta y se hace delincuente, o vengadores, se siente un duelo de vergüenza interno, un estigma que cuesta mucho quitárselo de encima. El duelo de los cachos es candela, sobre todo si la persona cachera, promiscuo(a) lo hace de frente y tu ruta de diario transitar, cuesta quitárselo, sin embargo se uno se acostumbra a llevarlos, no pesan mucho. Sin embargo todo duelo es superable con los beneficios del tiempo..