jueves, 25 de mayo de 2017

SOLO PARA SER INTERPRETADO METAFÓRICAMENTE

SOLO PARA SER INTERPRETADO METAFÓRICAMENTE


La pasión desmedida puede llevarnos a casamientos irracionales y destructores.  Así es la ilusión. Al darnos cuenta que fuimos enajenados: moral e intelectualmente, recurrimos al divorcio. El demandado se resiste, por cuanto se ha acostumbrado a tener el poder de la manipulación.

Logrado el divorcio se inicia el penoso camino de reconstruir. La mayoría está por debajo del piso y requiere muchos años de esfuerzo para llegar a la base donde estaba antes de iniciarse el matrimonio. Los hijos sufren la pena de los errores y la desvergüenza.


Dr. Edgar B. Sánchez B. 

sábado, 20 de mayo de 2017

CANTO DE LOS GALLOS


CANTO DE LOS GALLOS
En el diario vivir cada persona tiene la oportunidad de conocer y convivir con personajes que se salen de las visiones y comportamientos de su entorno social, se les llama sobresalientes, aportan su saber y su forma de convivencia en todos los momentos posibles, a ellos acuden, en reconocimiento, jóvenes y avanzados en años, en estos últimos estoy yo, en búsqueda de sus experiencias vividas en pro del saber y de lo empírico, entiéndase esto último como lo experimentado y practicado para que tenga brillo y elegancia al ser mostrado.
En mi caso he tenido en suerte conocer y compartir con Luis Orlando Briceño, al cual me referiré, en lo sucesivo, como Chirolo, así se hace llamar, le agrada, y así lo conocemos todos, tanto que su nombre de pila, la bautismal, dejó de ser signo para referirse a él; pregunten por Luis Orlando Briceño y nadie le dará respuesta, hazlo por el concepto Chirolo y todos saben quién es.
Es un músico extraordinario de: guitara, piano, cuatro, teclado, contrabajo y canta con tal comunicación que es imposible, al oírlo, no detenerse para disfrutar de la melodía que, en sutil y alegre compartir, transmite respeto y madurez: puedo decir con la seguridad de la convivencia, que ha vivido de este arte, el más universal posible, y la música ha vivido de él.
Los títeres y la pintura son otras de sus facetas, las interpreta con elegancia y sencillez, compone interpretando y enseñando, convencido de lo que dice Séneca: “ Homines, dum docent discunt”: los hombres aprenden mientras enseñan"; sus arreglos dibuja en sonidos, la naturaleza general y su naturaleza interior, yo que he sido su alumno, resalto también, su habilidad como docente, cualquiera sea la cantidad de horas que corresponda, se termina descansado y con los músculos de la risa totalmente ejercitados.
Cuando Chirolo enfermó de una dolencia en la piamadre, de la cual salió airosamente, sus horas de insomnio aumentaron drásticamente, pequeñas ráfagas de sueño eran interrumpidas por el cantar en el patio vecino, una casa de las que aún, en la ciudad, crían: patos, gallinas, loros, cochinos, y cantarines gallos. Esta dolencia se hizo mas sensible en Mérida cuando fue a cuidar a su adorado hijo hospitalizado, dolencia que lo desmayó. Suerte para él, estaba en el lugar correcto para ser atendido. Le extrajeron quirurgicámente la causante, un poco de reposo, y continuó con su jovial alegria para deleite de todos.
Nos cuenta, entre chistes y risas que, al no poder dormir, se dedicaba a componer canciones y, entre otras, nació la siguiente letra, dedicada al gallo despertador:
I
Siempre cantando el gallo/ dando la hora con su kikirikí/ y cuando está cantando/le dan las dos, le dan las tres. (bis)
Que bonito canta el gallo/pero no deja dormir/son las seis de la mañana/ y él con su kikirikí. (bis)
II
Siempre cantando el gallo/ sobre el totumo/ y en el corral también/ y siempre está cantando/ kikirikí, kikiricó.
Que bonito canta el gallo/ pero no deja dormir/ son las seis de la mañana/ y él con su kikirikí. (bis)
Cuando tuvo melodía y acordes le dio una serenata a la vecina, la dueña de los gallos, precisamente a la hora en que el gallo lo despertó. Ella, acostumbrada a los cantos, no estuvo despierta en los primero acordes, por lo que hubo de parar la interpretación y dar unos cuantos toques a la puerta hasta que dio señas de estar en vigilia. – quién es—preguntó la vecina, --vengo a darle una serenata—respondió chirolo, -- gracias vecino, que hermoso- continuó la vecina. Y nuestro amigo empezó a cantarle. Terminada la interpretación, la serenatiada hizo el comentario, -- Chirolo, no es un gallo, son dos gallos—. Así que regresó a su estudio y agregó la tercera parte de la canción:
III
Ahora no es un gallo/ ya son dos gallos/ con su kikirikí/ y siempre están cantando/ kikirikí, kikiricó. (bis)
Que bonitos son los gallos/ pero no dejan dormir/ son las seis de la mañana/ oye su kikirikí (bis).
La dolencia continuó, no había médico que diera el diagnóstico preciso, como buen padre, viajó a Mérida para atender a uno de sus hijos que había sido hospitalizado, el estrés que esta aventura produjo en Chirolo un desmayo en el centro hospitalario, por lo que fue atendido quirúrgicamente, al sanar, con su habitual sentido del compartir y amor a la otredad, dio serenatas a los otros enfermos y entre ellas cantó la canción “Canto de Gallos”.
POST DATA: Con el tiempo, mi maestro de cuatro, mi amigo Chirolo, llevó a clase para que pintáramos un gráfico suyo que contenía un vista campestre y un gallo subido a un estantillo. Nos dijo que lo pintáramos tal como sentíamos la música, pues la música tiene colores, eso nos dijo. Yo lo pinte todo de negro, simulando una noche oscura, o más bien, un momento de convulsión terrible, de esos que se quisiera escapar. El gallo lo pinte más negro aún y resaltaba en la penumbra como un gallo triste. A él no le gustó, si aquellos que pintaron el gallo de verde, azul, hubo uno fucsia y otros colores. Yo mantuve mi sensación y aún lo pintaría de negro simulando esos momentos de los que se quisiera escapar.
Dr. Edgar B. Sánchez B.

martes, 16 de mayo de 2017

A GUSTO

A GUSTO


Me siento a gusto cuando hablo con personas que han realizado maestrías y/o doctorados. Mejor aún si comparto con quienes han estudiado a profundidad.
Dr. Edgar B. Sánchez B.

viernes, 12 de mayo de 2017

ERA FELIZ Y NO LO SABÍA

CONTRADICCIONES OCULTAS

Se me ha dicho que todo muere.
Muere el amor, muere la felicidad,
Muere el reclamo que está en mí por lo que soy. 
Muere la vida.
Si muere la vida, ¿Qué será de la muerte?.
¿Cómo existirá?
Nadie me ha dicho que la muerte muere.
Que alegría.
Ya empezaba a creer que todo muere.
Dr. Edgar B. Sánchez B.

domingo, 7 de mayo de 2017

MAESTRO, PROFESOR O FACILITADOR

MAESTRO, PROFESOR O FACILITADOR



Todos desean ser maestros, lograrlo es un trabajo de por vida, hermoso y arduo. Quienes instruyen, enseñan o ejercitan, no siempre educan, esto último es posible si la familia se integra, más aún la sociedad. Los que comparten en la búsqueda del saber, en el construir conocimiento y facilitarlo, los constructores de lenguajes bien estructurados para hacer que las ideas y la realidad se posible entenderla y compartirla desean ser reconocidos como tales, sin embargo la sociedad niega brindar, pues lo reconocen, aquellos que se hacen llamar y no lo son, sabe de quien es el mérito y  merece, ella tiene sus patrones inmemoriales, y su sabiduría le permite sentir quien es y quien no.
Todo el esfuerzo que hagamos en ese hermoso compartir diario, con la intensión de construir estructuras que nos permita avanzar en el entender, en el crear, en el compartir, en definitiva en el convivir, no siempre se logra el altruismo necesario para merecer ser llamado MAESTRO,
Más bien PROFESORES O FACILITADORES; los primeros tienden ALUMNOS y su metodología de comunicación son las clase magistrales, son dados a la precisión del lenguaje y contenido (algunos no, por supuesto, los que llegan solo por trabajo o por considerar que es fácil hacerlo, nada tan lejos de la realidad) son poco dados a incentivar con actividades que conlleve a sus oyentes a un verdadero compartir en el crecer diario, en el dar y recibir lo del otro y para el otro, en el ganar/ganar. Los segundos los que merecen la categoría de FACILITADORES, tendrán DISCENTES (los que aprenden haciendo basados en una básica teórica), pues solo organizan el material a cubrir y desarrollar en determinadas jornadas, en las que, los discentes, son los que se encargan de prepararlas y exponerlas, estrategia muy usada en los eventos de doctorado y postdoctorado. Todos Profesor-Alumno, Facilitador-Discentes, centran su compartir en aprendizaje de estrategias para mejorarse en lo disciplinar, no necesariamente en lo holístico, en lo transdisciplinar,
El MAESTRO, el que merece este signo de magnificad, de respeto altruista, posee DISCÍPULOS, por cuanto es ejemplo de vida, de libros leídos, de trabajos publicados, de líder comunitario, de compartir con sus aprendices las distintas faenas del vivir y procurara, en las vicisitudes, estar cerca, en contribución y presencia, para que sus DISCÍPULOS sientan desde él, el apoyo moral, psicológico y práctico tan necesario en los momentos difíciles o felices. MAESTRO es aquel que reconoce, para aprender, lo que sus discípulos enseñan y lo organiza para bienestar de los otros. Considera a todos ejemplos para tomar de ellos, sin minimizarlos, los cambios para construir formas de vivir ejemplar.
Aquellos que enviaron mensajes llamándome MAESTRO, les estoy agradecido, y si las máximas que los motivaron son de que soy alguien digno de ser llamado así, considerando las premisas acá expuestas, entonces hay alimento para sentirme orgulloso. Felicitación a todo aquel que sea maestro.
Dr. Edgar B. Sánchez B.