PRESENTACIÓN DE PIEZAS MUSICALES
En el marco de los conciertos de
canto coral que hace la Cantoral Arturo Briceño, cada canción tiene un
presentador. A mí me corresponde a: PRESAGIO DE HENRIQUE HIDALGO.
La cual hago en los siguientes términos:
Hay quienes usan el color para
transmitir lo que capturan, lo que sienten, la música es fiel representante de
esos ejemplos.
La música no establece fronteras,
pretende ser y lo es, el lenguaje universal. El cosmos.
Los poetas y los músicos son
personajes sensibles a las metáforas, a la belleza que estas encierran, sin
ellas, sería imposible plasmar una idea en tan solo tres minutos, en los que
los silencios dicen mucho. Hay que oírlos, Silencios que vivifican.
Transforman los conceptos en
signos y estos en símbolos, los símbolos en sentimientos. Los más comunes son:
el cisne, el agua, el aire, el fuego, la tierra, el quinto elemento, las frutas
y su dulzor, los jardines, las aves, el amor, el volar. Metáforas que
comprometen a significar ideas que trascienden lo real y lo imaginario.
Enrique Hidalgo, que nació en la
inmediaciones la población del Tigre, Anzoátegui, es uno de esos poetas
maestros del simbolismo mágico. En la música fue eso, un creador de ventanas
conductoras al maravilloso mundo de los sonidos.
Como ejemplo de su viaje por la
noosfera traemos a colación su obra “presagio”, En la que la metáfora “el ave
que ayer voló” signa la despedida, la disconformidad, el lamento, la pérdida
del amor, en lucha perenne para que no se pierda el amor, ni el azúcar de mi
café, ni la salida del mismo sol. El epónimo de esta composición musical es
Gualberto Ibarreto.
Dice Enrique Hidalgo en uno de
sus poemas: “Grandioso el acto de amar, ir más allá del querer, es honrar y
agradecer, compartir y respetar. Quitémonos ese peso del martillo y de la hoz,
y al llamado de esa voz, aceptar con fe encendida, que bueno que es bueno para
la vida connectarse con Dios.
Sin embargo, en el ánimo de remozar
y no cansar a la audiencia, el día del canto coral colectivo en la que vinieron
a la Iglesia Chiquinquirá de Trujillo varias agrupaciones, lo hice recordando
el presagio que tuvo una familia de tierras japonesas con el advenimiento de su
único hijo:
SEGUNDO MODO: Me corresponde
presentar la canción PRESAGIO DE Enrique Hidalgo que cantará la Coral Arturo
Briceño con arreglos de Thomas Torres. Sin embargo aprovecharé la oportunidad
para llevarlos, además, por otro presagio, uno japonés. Uno de los escritores
que admiro es Kensaburo Oe, premio nobel de literatura 1994, padre del gran
compositor Hikito Oe.
Cuando su esposa Yukari Itami
tenía cuatro meses de gestación, sus médicos le alertaron que su nonato hijo
presentaba hernia cerebral por lo que se recomendaba el aborto, ella se negó.
Al nacer se le practicó al
neonato una peligrosa operación que removió la afección produciendo en el parvulo
eliminación de casi toda gestualidad y capacidad de comunicarse. Sus padres,
casi a diario lo llevaban a zonas donde se escucharan sonidos de pájaros. Sorpresa
para ellos la primera manifestación de Hikito fue reproducir uno sus trinos,
por lo que compraron grabaciones con abundantes cantos donde un locutor decía
el nombre del pájaros que producía cada sonido. Hikito aprendió a
identificarlos e imitarlos por nombre y por sus armoniosos cantos.
Viendo que la estrategia fue
exitosa contrataron a una excelente ejecutante del piano y le solicitaron
tocará en presencia de Hikito composiciones de Mozart. Hikito aprende a ejecutar
el piano con gran dificultad motora. JKJKA los once años el niño, para sorpresa
de sus padres, pidió a su maestra interpretara unos garabatos que él había
compuesto y resultó ser una original pieza musical, corta, con espirito
mozartino. Hoy día se dan conciertos, de dos horas, con piezas cortas de ese
niño autista Hikito, que nació con profundas lecciones cerebrales.
Con ustedes, en las voces de la
CORAL ARTURURO BRICEÑO, presagio de HENRIQUE HIDALGO, con arreglos del maestro
Thomas Torres, nuestro director.