HABLAR DE LA MUJER ES HABLAR DE DIOS
Cuando uso la palabra Dios señalo con ella la perfección, la conciencia
colectiva capaz de alcanzar todo lo que se proponga, claro está en sublime contemplación
y consciencia, momentos en que la totalidad de la humanidad y posiblemente otros
seres vivos se proponen un fin teleológico y contribuyen con ello con la naturaleza
creadora de todo lo existente.
Jules Michelle acertó con: “El hombre caza y lucha. La Mujer intriga y
sueña; es la madre de las fantasías, de los dioses. Posee la segunda visión;
las alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y la imaginación.
Los hombres son como los dioses nacen y mueren sobre los pechos de una mujer” agregaría
yo, sobre los pechos de una diosa.
La mujer, más bien la fémina, es una diosa en esencia, en ella está el
germen para crear cuando lo desee, sólo tendrá que esperar el momento oportuno
y como diosa lo hace con precisión. Mujer, diosa, esposa es la trilogía que
todo lo puede y alcanza. Dice Ken Wilber,
autor de una visión general de la psicología: “el sistema operativo del
universo funciona para todos por igual y opera con bases a principios que no
requieren de tu cooperación” todo eso es una mujer.
Feliz este y todos los días mujer hermosa.
Dr. Edgar B. Sánchez B.