domingo, 29 de marzo de 2020

NO SALIR DE CASA, EN ESTE MOMENTO, ES SER RESPONSABLE

NO SALIR DE CASA, EN ESTE MOMENTO, ES SER RESPONSABLE.
Cosa curiosa, he conocido, y me lamento por ello, a cantidades de reposeros, es decir, los que se quedaban en casa y no cumplen con su trabajo, cualquiera que sea, sobre todos, pues es donde hay más, en educación, a los que de seguro esta crisis humanitaria mundial le viene como anillo al dedo, de seguro estoy que la usaran para encontrar más horas de reposo, cuando, esperemos que sea así, haya un llamado de reincorporación al trabajo.  Imagino que aún hoy, y sobre todo con estas circunstancias, no entienden la importancia  de tener un trabajo y ser útil para algún fin.

Hoy somos útiles quedándonos en casa y no contagiando y/o que no nos contagien, todos entenderán, tal vez no los reposeros, puesto estos pedirán reposo, ahora, para no quedarse en casa, Quedarse en casa  es lo mejor que podemos hacer para contribuir con la salud del mundo.

Debo confesar que no había leído el Decamerón de Boccacio como lo estoy haciendo ahora, en parte por buscar entretenimiento y también para entender, desde la experiencias de otros, como son los conflictos que se presentan ante una crisis de vida. En cualquiera de los momentos previos, lo que he hecho, no se puede llamar leer, por cuanto tan sólo hojeo con calma y reviso detalles al azar y ojeo las palabras, por mi gusto etimológico, más que la profundidad el ellas en el contexto donde están por el relato..
Antes, como no había conocido ninguna pandemía, ni siquiera sabía, por alguna via, que pudiera presentarse una pandemia mundial,  no interpretaba, como lo hago ahora, con sentimiento y miedo, lo que quizo decir el autor, Boccaccio, en el desarrollo de la peste negra ocurrida en Florencia, su ciudad natal, vivió la crisis de salud. Según la obra, en 1348. Había leído algunas de las novelas que conforman algunos de las jornadas, pero sin pasión, más bien, con pretensión intelectual, pero ahora que estamos viviendo el asecho de un enemigo invisible y certero, el cual se combate sólo con el arma de la responsabilidad, (quedarse en casa), siento con miedo y admiración como Boccaccio desarrolló la epidemia, pues era local, la peste negra, he hizo énfasis sobre la indiferencia y el abandono, el pánico, el asalto, la dureza de los buhoneros (no se llamaban así), todas las capacidades humanas de la intolerancia puesta en marcha. Recomiendo leerla.
Dr. Edgar B. Sánchez B.

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