PINCHOS
jueves, 13 de abril de 2023
PINCHOS
miércoles, 8 de marzo de 2023
HABLAR DE LA MUJER ES HABLAR DE DIOS
HABLAR DE LA MUJER ES HABLAR DE DIOS
Cuando uso la palabra Dios señalo con ella la perfección, la conciencia
colectiva capaz de alcanzar todo lo que se proponga, claro está en sublime contemplación
y consciencia, momentos en que la totalidad de la humanidad y posiblemente otros
seres vivos se proponen un fin teleológico y contribuyen con ello con la naturaleza
creadora de todo lo existente.
Jules Michelle acertó con: “El hombre caza y lucha. La Mujer intriga y
sueña; es la madre de las fantasías, de los dioses. Posee la segunda visión;
las alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y la imaginación.
Los hombres son como los dioses nacen y mueren sobre los pechos de una mujer” agregaría
yo, sobre los pechos de una diosa.
La mujer, más bien la fémina, es una diosa en esencia, en ella está el
germen para crear cuando lo desee, sólo tendrá que esperar el momento oportuno
y como diosa lo hace con precisión. Mujer, diosa, esposa es la trilogía que
todo lo puede y alcanza. Dice Ken Wilber,
autor de una visión general de la psicología: “el sistema operativo del
universo funciona para todos por igual y opera con bases a principios que no
requieren de tu cooperación” todo eso es una mujer.
Feliz este y todos los días mujer hermosa.
Dr. Edgar B. Sánchez B.
miércoles, 8 de febrero de 2023
LAS MALETAS DE LOS SUEÑOS
LAS MALETAS DE LOS SUEÑOS
Las maletas que se sacan a pasear los primeros segundos del inicio de un nuevo año, cargadas de un sinfín de sueños y frustraciones, se han hecho cómplices y guardianas de los que siguen esa nueva tradición. Aunque en ella cabe todo lo que desees echar, se ha hecho imperativo pensar bien el contenido que deseamos enviar o traer de viaje.
Soy del creer que la conciencia colectiva, es el intangible más puro y poderoso que existe, lo omnisapiente, lo omnipresente, lo omnisensible, la que todo lo puede. Hacernos conscientes de lo que deseamos es la prioridad de la vida, todos al unísono, al lograr proyectar un deseo y hacerlo escuchar, la naturaleza se confabula con el universo entero para que se dé.
Es conveniente meter en esas maletas el retorno de nuestros hijos que se han visto obligados a migrar, con una estampa de pobreza en la frente, a otras latitudes en búsqueda de oportunidades, pues las de nuestro país Venezuela fueron secuestradas por los saqueadores.
Es prudente guardar, en las maletas de sueños, todos los años de formación racional recibida desde los otrora centros de estudio de alto nivel académico y de las instituciones de formación práctica-empírica; para así ofrecerlos a los países huéspedes como el contenido en una taza de oro macizo.
Por demás, con tiempo, es conveniente guardar en esas maletas de aliento de viaje, aunque sólo sea alegórico, todos lo que nuestros hijos y padres migrantes han aprendido, para que viajen a nuestra patria Venezuela, en el momento en que la desgracia que nos impusieron sea demolida, y se transforme en oportunidades para nuestra golpeada patria.
Incluir en esas maletas todo lo panegírico, pues de nosotros vendrán los poemas que describan la saga de los viajeros a causa de los saqueadores.
Que la pequeña maleta de pandora, la que trajo como regalo a Prometeo, no sea ejemplo para el llenado de las nuestras. Que las propias se carguen de bienes espirituales y prácticos y, por qué no, que la esperanza sea también uno más de esos bienes.
Que las maletas de retorno sea las que traslademos por las calles, ya habrá oportunidad de llenar las otras.
Dr. Edgar B. Sánchez B.
lunes, 25 de julio de 2022
REDACCIONES FILOSOFÍCAS AUTÓCTONAS
REDACCIONES FILOSOFÍCAS AUTÓCTONAS
En el saber la saciedad no tiene cabida.
Siempre expresé lo que no me gustaba, ahora guardo silencio. Me ha ido bien. El silencio, la mayoría de las veces, por su ruido aclara mejor que las palabras.
La muerte y los cambios son hermanas. Son imposibles de evitar. La resiliencia es nuestra responsabilidad, es parte de la solución.
sábado, 9 de julio de 2022
RESGUARDO DEL ACTA DE LA INDEPENDENCIA (no es de mi cosecha)
La señora que se sentaba sobre el Acta de Independencia.
El Acta de Independencia de #Venezuela, esa que fue aprobada el 5 de julio de 1811, estuvo perdida por 96 años.
Durante todo ese tiempo la estuvieron buscando gobernantes e historiadores.
No solo en Venezuela, hasta #Inglaterra fue a dar una comisión persuadida de que allí estaría el “sagrado libro”.
La búsqueda llegó a convertirse en un asunto de detectives, hasta que el 23 de octubre de 1906 el legado apareció sano y salvo.
Había sido conservado por dos mujeres valencianas que se alternaron en su cuido por casi un siglo.
Independencia, traspapelada a pocos meses de su aprobación y firma. Recuérdese que, tras ser aprobado, el 5 de julio, el proyecto de declaración de Independencia de Venezuela, redactado por el diputado Juan Germán Roscio y el secretario Francisco Isnardi, el documento fue aprobado el 7 de julio y seis semanas después, el 17 de agosto, fue transcrito en el libro de Actas y firmado por los diputados.
Al comenzar las hostilidades de 1812, el Congreso se traslada a Valencia y los diputados se llevan el libro donde constaba, entre otras disposiciones promulgadas, el Acta de Independencia.
El 14 de marzo de 1812, las tropas del oficial realista Domingo Monteverde invaden Valencia. La última sesión del Congreso sería el 6 de abril de ese año y al día siguiente los diputados patriotas tuvieron que salir a toda prisa.
Había caído la Primera República. Atrás quedaba el archivo del Congreso. Muchos creyeron, dada la violencia con que actuaban las fuerzas enemigas, que el libro que contenía el Acta de Independencia había sido arrojado a las llamas.
Pero un día, específicamente el 23 de octubre de 1907, la señora María Josefa Gutiérrez, viuda del ingeniero Carlos Navas Spínola, reveló que el libro de Actas del Congreso de 1811 estaba en su poder.
Tal como ella misma escribió, en una carta dirigida al historiador Francisco González Guinand, fechada en Valencia.
5 de Noviembre de 1907, el valioso volumen le había sido entregado en 1895 por la señora Isabel La Hoz de Austria, viuda del ingeniero José Donato Austria. Esta dama valenciana estaba emparentada con los Zavaleta, según González Guinand, anfitriones de “amenas tertulias y familia esclarecida por sus virtudes y por su ardiente republicanismo”. Ya octogenaria, Isabel de La Hoz tuvo que mudarse “á una casa menos capaz que la que venía ocupando”, escribe doña María Josefa; y, por ofrecimiento de esta, le entregó “una pequeña biblioteca”, que incluía el valioso libro.
Al entregarlo, la señora de La Hoz pidió que, al fallecer, su biblioteca fuera entregada a dos sobrinas que en ese momento estaba fuera de Valencia.
“Dichas sobrinas”, -escribió María Josefa- “sin duda por la confianza que siempre han depositado en mi, no habían querido disponer del mencionado depósito, é ignoraban, por completo, la mayor parte de los libros de que se componía y principalmente que entre ellos se encontrase el precioso documento base primordial de nuestra independencia y de nuestras libertades públicas”.
Esta aclaratoria es muy importante, puesto que deja claro que tanto Isabel como María Josefa siempre supieron lo que estaban guardando. Y, sobre todo Isabel, era consciente del inmenso peligro que corría si los realistas llegaban a saber que entre misales y libros de cocinas se ocultaba ni más ni menos que el texto donde constaba la voluntad libertaria de Venezuela. Las dos mujeres eran lectores y, por la redacción de su carta, comprobamos que María Josefa tenía sobrada habilidad para la escritura. Estamos hablando, pues, de mujeres cultas, politizadas y comprometidas con una causa.
Sin embargo, en su misiva a González Guinand, María Josefa se contradice.
“En estos últimos días”, escribe, “revisando mi hijo Carlos dichos libros, hizo el inestimable descubrimiento”. Cómo que su hijo Carlos hizo el descubrimiento, ¡pero si ella sabía muy bien qué era lo que le había encomendado su anciana amiga! Nadie la desenmascaró en su torpe juego de hacerse la tonta.
Y ya que estaba en eso, agregó: “No me cabe pues, ningún mérito en la salvación y conservación del trascendental documento, ni en su dichoso hallazgo […] La gloria de la conservación y hallazgo del preciosísimo libro, yo la reclamo para Valencia y sobre todo para sus abnegadas y patriotas matronas y vírgenes que, á manera de vestales de la libertad, y haciendo de sus pechos escudo y de sus manos arcas santas, lograron salvar el trascendental documento de los horrores de nuestra guerra magna y especialmente de las pavorosas catástrofes de 1812 y de los inenarrables martirios que padeció esta ciudad en 1814.
Ese libro encierra un poema: es un Moisés salvado, no de las aguas del Nilo, sino de un océano de sangre, de una inmensa hoguera de exterminio y de muerte que tenía por extensión toda la República”.
Entre las “patriotas matronas” estaba ella, guardiana del libro por doce años. Fueron ella e Isabel quienes salvaron ese Moisés del océano de sangre en que el invasor había convertido a Venezuela. La cita del Antiguo Testamento y la potencia de su prosa nos hablan de un espíritu cultivado y una sensibilidad vibrante. No era, definitivamente, una mensa que guardaba semejante tesoro como si no tuviera ni idea de su valor y potencial riesgo.
Sin embargo, en actitud de poca generosidad, por decir lo menos, el historiador Francisco González Guinand y todos los hombres que luego aludieron a la formidable recuperación, aludieron a esta como operación de “la Divina Providencia, que evoluciona sabia y misteriosamente”. Y, más insultante todavía, afirma que esa providencia “quiso que manos puras y sencillas lo conservaran sin deterioro”.
Casi estaba dando gracias al cielo porque aquel par de tontas no había destrozado el libro para prender las hornillas con jirones de las actas. “Manos puras y sencillas”: mujeres lerdas e ignorantes, que jamás supieron lo que tenían delante.
No faltó, incluso, el “historiador” que afirmara que el libro lo usaban unas pazguatas ¡para aumentar la altura de la banqueta del piano y así alcanzar el teclado! Según estos caballeros, cuando una mujer tiene delante el Acta de la Independencia es tal su torpeza que, en vez salvarlo para la historia, se lo pone en el… en fin, en salva sea la parte.
La verdad es que la determinación de la mujer venezolana para plantarse frente al destructor del país y sus símbolos dista mucho de ser nueva.
El Acta de Independencia fue firmada solo por hombres, pero si hoy existe y está a buen resguardo en la Academia de la Historia es porque dos mujeres, Isabel y María Josefa, se turnaron para protegerla.
@MilagrosSocorro
#HistoriaDeVenezuelaCrónicas
#HistoriaPolíticaDeVenezuela
miércoles, 29 de junio de 2022
HIKITO, PRESENTACIÓN DE PIEZAS MUSICALES
HIKITO, PRESENTACIÓN DE
PIEZAS MUSICALES
En el marco de
los conciertos de canto coral que hace la Cantoral de profesores jubilados de
NURR, Arturo Briceño, cada canción tiene un presentador. A mí me corresponde
PRESAGIO DE HENRIQUE HIDALGO. La cual hago en los siguientes términos:
Hay quienes usan
el color para transmitir lo que capturan, lo que sienten, la música es fiel
representante de estos ejemplos.
La música no
establece fronteras, pretende ser y lo es, el lenguaje universal. El cosmos.
Los poetas y los
músicos son personajes sensibles a las metáforas, a la belleza que estas
encierran, sin ellas, sería imposible plasmar una idea en tan solo tres
minutos, en los que los silencios dicen mucho. Hay que oírlos, Silencios que
vivifican.
Transforman los
conceptos en signos y estos en símbolos, los símbolos en sentimientos. Los más
comunes son: el cisne, el agua, el aire, el fuego, la tierra, el quinto
elemento, las frutas y su dulzor, los jardines, las aves, el amor, el volar.
Metáforas que comprometen a significar ideas que trascienden lo real y lo
imaginario.
Enrique Hidalgo,
que nació en la inmediación la población del Tigre, Anzoátegui, es uno de esos
poetas maestros del simbolismo mágico. En la música fue eso, un creador de
ventanas conductoras al maravilloso mundo de los sonidos.
Como ejemplo de
su viaje por la noosfera traemos a colación su obra “presagio”, En la que la
metáfora “el ave que ayer voló” signa la despedida, la disconformidad, el
lamento, la pérdida del amor, en lucha perenne para que no se pierda el amor,
ni el azúcar de mi café, ni la salida del mismo sol. El epónimo de esta
composición musical es Gualberto Ibarreto.
Dice Enrique
Hidalgo en uno de sus poemas: “Grandioso el acto de amar, ir más allá del
querer, es honrar y agradecer, compartir y respetar. Quitémonos ese peso del
martillo y de la hoz, y al llamado de esa voz, aceptar con fe encendida, que
bueno que es bueno para la vida conectarse con Dios".
Sin embargo, en
el ánimo de remozar y no cansar a la audiencia, el día del canto coral
colectivo en la que vinieron a la Iglesia Chiquinquirá de Trujillo varias
agrupaciones, lo hice recordando el presagio que tuvo una familia de tierras
japonesas con el advenimiento de su único hijo:
SEGUNDO MODO: Me
corresponde presentar la canción PRESAGIO DE Enrique Hidalgo que cantará la
Coral Arturo Briceño con arreglos de Thomas Torres. Sin embargo, aprovecharé la
oportunidad para llevarlos, además, por otro presagio, uno japonés. Uno de los
escritores que admiro es Kensaburo Oe, premio nobel de literatura 1994, padre
del gran compositor Hikito Oe.
Cuando su esposa
Yukari Itami tenía cuatro meses de gestación, sus médicos le alertaron que su
nonato hijo presentaba hernia cerebral por lo que se recomendaba el aborto,
ella se negó.
Al nacer se le
practicó al neonato una peligrosa operación que removió la afección produciendo
en el párvulo eliminación de casi toda gestualidad y capacidad de comunicarse.
Sus padres, casi a diario lo llevaban a zonas donde se escucharan sonidos de
pájaros. Sorpresa para ellos la primera manifestación de Hikito fue reproducir
uno sus trinos, por lo que compraron grabaciones con abundantes cantos donde un
locutor decía el nombre de los pájaros que producía cada sonido. Hikito
aprendió a identificarlos e imitarlos por nombre y por sus armoniosos cantos.
Viendo que la
estrategia fue exitosa contrataron a una excelente ejecutante del piano y le
solicitaron tocará en presencia de Hikito composiciones de Mozart. Hikito
aprende a ejecutar el piano con gran dificultad motora. JKJKA los once años el
niño, para sorpresa de sus padres, pidió a su maestra interpretara unos
garabatos que él había compuesto y resultó ser una original pieza musical,
corta, con espirito mozartino. Hoy día se dan conciertos, de dos horas, con
piezas cortas de ese niño autista Hikito, que nació con profundas lecciones
cerebrales.
Con ustedes, en
las voces de la CORAL ARTURO BRICEÑO, presagio de HENRIQUE HIDALGO, con
arreglos del maestro Thomas Torres, nuestro director.
Dr. Edgar B. Sánchez B.
SILENTE. NO RESILIENTE
SILENTE. NO RESILIENTE
Siento que en
la mirada hacia el infinito de todo
venezolano que llora los hijos de la calle entera que se van, etiquetados de
pobreza, para otro país está inscrita la frase de Kensaburo Oe, premio nobel de
literatura 1994, en su novela Una Cuestión Personal, la cual dice así:
"Todo era
color gris negruzco, sólo al fondo se filtraba un atisbo de luz rosácea. Un
cielo humilde con aspecto avergonzado, que las nubes perturban con violencia, como
perros lanudos a todo correr.