sábado, 29 de julio de 2023

LA CREACIÓN

 

LA CREACIÓN

Somos creación, en múltiples formas de panela

en momento preciso anterior

de verter la miel  en gaberas de única forma

con soplo de vida de anís y eneldo

en dosis exactas.

 

Somos de aliento puro

olemos a vainilla en melcocha

que se hizo amasijo por la frotación creativa

de manos artesanas que nos visitió

con hojas secas de caña.

 

Somos espuma de miel de trapiche

brotada por el golpeteo de leche al pie de la vaca

 

Somos forjados con arepa de maíz al calor de la estufa

saborizada con boruga  y bramidos de leña.

 

Somos caña de azúcar salvada de la culebrilla

Cortada en trozos para ser transportadas en nobles mulas.

 

Somos de la fuerte simiente alimentada por neonatos de palomo

Que arrullaban en nidos en la pared de la cocina con vista a la falda.

 

Somos arroz tostado, arepas al budaré rellenas de queso

Somos amasijo, llamado mico, trituras de cambur verde sancochado

Mezclados en la piedra del queso.

Somos arroz con leche y sal, en desayunos al alba

momentos de festejos en los cumpleaños.


Somos el Cedro de robustez de lo sostenible, Monte Fresco de paz familiar

Quebraditas de las eternas búsquedas, San Isidro por el tesón a la labranza y 

Orope, Oropel de la  esperanza

La Arenosa de sembradíos temporales para lo sustentable


Somos finca, somos San Isidro, somos el parque

Con caracuchos, novios, amapolas, mamón y guácimo.

Somos Tizú, 

 

Edgar B. Sánchez B.

lunes, 24 de julio de 2023

OTILIA UN PERSONAJE PARA LEER

OTILIA UN PERSONAJE PARA LEER

Habitar a una persona, es algo así, como los hijos ocupan a la madre, ella por doquier esté, piensa en ellos y se organiza para crear espacios en los que ellos, sus hijos, pudieran encontrar felicidad.

Otilia nos ocupa y nosotros la ocupamos. Siempre la ocupamos cuando deseamos momentos de esparcimiento, a los cuales estaba disponible sin condiciones y porque ella nos pensaba en su amor cultivado por la familia.

Nunca nos llamó por algún medio de comunicación de la modernidad, sin embargo el llamado de sus pensamientos y su disposición para compartir, discaba días de asueto para que ocupáramos espacios de su ocupado pensamiento.

Otilia nos ocupa, por cuanto pensamos en ella como soporte fundamental, el cimiento desde el cual crecimos y somos. Nos ocupa, porque siempre está en nuestros pensamiento y organizamos energías para contribuir, como consciencia colectiva, a la elevación de plegaría para la recuperación de su salud. Otilia es dadora como la naturaleza y la naturaleza la recompensará.

En este momento, nuestra hermana mayor, nuestra tía, mamá y abuela, requiere que ocupemos, para ella, algunos espacios de nuestro vivir para realizar aportes que contribuyan a sustentar su salud.

Recordemos: Otilia nos ocupa y nosotros la ocupamos. Ella es así.

martes, 18 de julio de 2023

VIAJERA DEL RIO

 VIAJERA DEL RIO, audiencia extraordinaria

Viajera del Rio, es una de las canciones paisajistas, de hermosura espectacular, de nuestro país Venezuela. Ciudad Bolívar con Manuel Yanez se vistió de Bardo y acogió las incontables semblanzas de nuestro realismo mágico, al más fino estilo de: García Marqués, Horacio Quiroga, Juan Rulfo, Antonio Pérez Bonalde, por nombrar algunos. Frases como: “paseando una vez por el malecón”, “una flor perfumando al río”, “ni que fuera un mago para retener la fuerza de río”, “el arcano tiempo la alejó de mí”, “y vuelvo a ver mi flor” llenan de líneas melódicas, como dibujos oníricos, sobre la magno Orinoco y la Eichhornia crassipes (lirio de río); son, a mi modo de ver, ligamentos de excelsa oniricidad para expresar la añoranza del otoño hacia la primavera, en las edades humanas. Cada una hermosa al saberlas recorrer. Desde el Balcón, de los ochenta y más, se ve la juventud turbulenta llena de coloridas flores, cual río, con la mensura propia de los que la han vivido en saciedad, deseosos de  tributos de magia para, sin perder lo hermoso que brinda el otoño, retener lo más que se pueda la primavera de nuestras vidas y volver a mi flor.  Cito “Por eso en mis sueños, cuando le recuerdo… siempre voy al malecón” 

La Oportunidad se me dio de cantar, tan bella reliquia, ante el escenario de la Tertulia de Alejor. Todos los asistentes, médicos en su mayoría, cantaron al unísono, a baja voz, como buenos karaokeros, las frases de Manuel Yánez dedicadas al caudaloso Orinoco.  

Dr. Edgar B. Sánchez B.

miércoles, 12 de julio de 2023

100 con 100 (ecuaciones diofánticas)

100 con 100 (ecuaciones diofánticas)

Se desea comprar, con 100 bolívares, 100 animales; entre ellos: gallos a 5 Bs., gallinas a 1 Bs.   y 20 pollos/ bolívar,   ¿Cuántos animales, de cada uno, se puede comprar?

Solución: G cantidad de gallos, g de gallinas, p pollos.

G+g+p=100 Ecuación de cantidad de animales.

5G+g+p/20=100 Ecuación de precios, multiplico por 20, ambos lados para transformarla en diofántica, y que exige coeficientes naturales.

Cantidades G+g+p=100, precios  100G+20g+p=2000, Resto la primera de la segunda y nos queda: 99G+19g=1900.

Ahora se despeja una de ellas, lo haré con g.      (1900-99G)/19=g

g tiene que ser un número natural por cuanto es la cantidad de gallos, puede ser: 1, 2, 3, ……. Lo haré con g=1. 

(1900-99g)/19=1, equivalente a: 1900-99g=19, equivalente a:  1881=99g, de donde, para G=1, se tiene que g=1881/99=19.

Ya tenemos, para esta solución, una gallina, 19 gallos, por lo que serán 80 pollos.
Verificación

1+19+80= 100 cantidad de animales.  1*1+19*5+80/20=1+95+4=100
En caso de que haya otras soluciones las dejo al lector.

 


viernes, 26 de mayo de 2023

LÚGUBRE

LÚGUBRE

Estoy declinando mi lúgubre voluntad
Lúgubre el camino desde mi habitación
Lúgubre el agua
Lúgubre el inclemente sol que cubre el techo de teja
Lúgubre los relatos que protestan
Lúgubre, lo que llaman proceso
Todo está lúgubre,
Lúgubre las limosnas en bolsas
Lúgubre el silencio
Lúgubre la palabra lúgubre
Soy lúgubre, no protesté
Lúgubre el abismo en el que estamos
Pronto lo lúgubre será arrancado.
Dr. Edgar B. Sánchez B.

lunes, 8 de mayo de 2023

LOS CHAMOS DE LAS MOTOS

 

LOS CHAMOS DE LAS MOTOS

La palabra chamo, en Venezuela, es usada para signar la edad entre, aproximadamente, 12 a 16 años. Sabemos que cuando se es chamo el compartir con los amigos es una de las metas principales, algunos adultos no han superado esta cualidad. Hay sesentones que no superaron la etapa y en sus años dorados, años otoñales, regresan a ella con nuevos bríos y ventajas (entre otras, ausencia de control parental) y con  hay ahorros para gastar y compartir. Bueno todo esto antes de la debacle a las que se sometió el símbolo monetario.

En años pasados, no indico la década por cuanto algunos les molesta el cotejo de la edad, existió en Trujillo capital un grupo de motorizados adolescentes, es decir chamos, formado por: Piroco, Cuco, Redondo, El Pio, El Catire, La Becerra, La Trampa, El Catire, Pirupa, todos ellos con moto propia lista para la aventura y recorridos por territorios aledaños a su pintoresca ciudad incrustada en las montañas con cabañas cual devoto pesebre.

Les gustaba, en grupo total, ir a las playas de: Palmarito, Ceuta, Bobures, La Ceiba y otras, también incluían Cimas como Guirigay, La Cristalina, Ortiz, Loma del Toro, La Ciénega, Cabimbú, La Quebrada, Jajo, La Mesa de Esnujaque, Tuñame, El Águila, Piñango, Las Mesitas, Niquitao (pobladores de altura en lengua Kuika).  Sin embargo, algunas aventuras  no fueron completadas por cuanto algunos se les olvidaba el casco reglamentario para conducir motos, como es el caso de un paseo frustrado, para algunos, hacia Palmarito en la que sólo la mitad lograron disfrutar las lacustres aguas y consumir pescado en las orillas de lago de Marcaibo. Sin embargo, el grupo que no se les permitió pasar en alguna alcabala improvisada de guardia nacional esperó a los demás en un centro de festejo habilitado en la zona de la ruta de regreso.

El efecto positivo que tuvo esta agrupación en todos sus miembros es notable. Ahora, treinta y cinco años después, los vemos con: boutique para carnes, hospedajes para repuestos, clínicas para teléfonos, entre otros servicios vitales para la comunidad en las que viven.

Entre tantas aventuras realizadas resalta, por su sorpresivo desenlace, la ocurrida en el río San Lázaro, teniendo como escenario un suculento sancocho. Quince días antes del evento, se reunieron en la plaza Bolívar de la Ciudad capital, acordaron los aportes que llevarían cada motorizado y sus parejas, incluyendo: envase de refrigeración, Olla de aluminio con capacidad de 50 kilogramos, leña para la flama, verduras, carnes de tres tipos y hojas verdes para agregar aromatización al hervido en los minutos finales de la cocción. 

Al llegar a San Lázaro, población, malecón del río homónimo, libaron por un rato largo, en uno de los establecimientos locales, para no agotar las reservas que llevaban en sus sistemas de enfriamiento y así esperar que los efectos del astro rey se sintieran a cabalidad.

Llegado el momento asumieron el trecho final. Las cristalinas y gélidas aguas fue un carburante benigno para cumplir sus deseos de aventura, se lanzaron al agua y disfrutaron el tormentoso torrente  por un largo y excitado momento.  Menguado los efectos de la libación en el pueblo, se organizaron para alinear las topias que soportaría la gran olla y serviría de aislante para el fuego cuyo combustibles era leños de naranjo y limón, los mejores para tales efectos.

Una señora que allí estaba ofreció su fogata con amabilidad exagerada, aduciendo que su preparativo ya estaba listo para consumirlo.

Ni cortos ni perezosos, aceptaron la oferta. La fogata estaba vestida de colores candentes con rojizos destellos mejorados con los leños que disponían. Montaron la olla con suficiente agua, prepararon las verduras, que iban agregando a la cocción por etapas y previamente lavadas en las corrientes aguas, etapas en perfecta alineación en común acuerdo las durezas respectivas. Habilitaron los envases para las hojas verdes y dispusieron los frascos de vidrio debidamente etiquetados con las especies que daría el toque final al prometedor preparativo. La faena duró aproximadamente tres horas. El envase de refrigeración lo sumergieron en el agua para preservar la baja temperatura, pop, pop era el sonido que emitía al retirar las pequeñas y corrugadas tapas.

Cuando se disponían a organizar la platera para servir las respectivas y equitativas porciones, desde el público presente en el rio emergió la que otrora fuera la amable señora que les cedió la fogata, con gritos desesperados anunciando que unos bandidos le estaban despojando de sus vienes: “ayuda, ayuda, me están robando la comida, ayuda por favor  se van a comer el alimento que preparé con tanto esfuerzo para de mis hijos”

Los bañistas hicieron presencia en apoyo a la astuta mujer, piedras asertivas cayeron sobre los motorizados y sus compañeras de farra. Hubo de huir por el temor de ser lapidados. Dejando todo el herraje en el lugar de los hechos.

Con el tiempo recibieron información que a otros visitantes les ocurrió lo mismo. Eran una banda organizada para robar sancochos y utensilios. La comunidad de organizada de San Lazaro les hizo frente para que no regresaran jamás.

Dr. Edgar B. Sánchez B.

Ana

 Aunque conocemos desde otrora la capacidad de las cámaras fotográficas para capturar la realidad con todos sus detalles, no deja de sorprender esta iconografía, donde la gracia, la elegancia y la belleza en su natural esplendor es capturada para inmortalizar lo hermoso, que por cierto hoy está de cumpleaños, Dios la bendiga. Cuanto agradezco a la naturaleza por haberme dado la gentiliza de disfrutar su magnifica sonrisa y encanto total, en vivo, todos sabemos que se siente con más presencia. Soy admirador de lo que es encantado y que viene para hacernos sentir bien. Mil abrazos Ana.