miércoles, 5 de enero de 2022

MAESTRO CHIROLO Y DISCÍPULOS

 

MAESTRO CHIROLO Y DISCÍPULOS

El maestro Chirolo, pide amablemente, más bien en tono jocoso, que sus alumnos se agrupen en círculo en el que él será el centro. Toma una pelota de goma, la que usaba en su infancia para animar las griterías en la calle principal de su vecindario en la que se marcaban las bases de una improvisada cancha de béisbol y los bates eram los brazos del lanzador con sus dedos cerrados en forma de puño.

Allí, junto a Chirolo, estaba  Andrés Eloy Blanco indicando que “junto a los hijos de la casa se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera, se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga y al del coche que empuja la institutriz inglesa y al niño gringo que carga la criolla y al niño blanco que carga la negra y al niño indio que carga la india y al niño negro que carga la tierra.” y los hijos de las que vienen a las casas a hacer la limpieza.

Chirolo usa su desgastada pelota de goma para indicar a sus alumnos los tempos musicales: ta, ta, ta, ta-----tata, tata, tata, tata-------ta, ta, ta, tata, señala cada uno de los tempos con la velocidad y altura que imprime. Se nota que, al hacerlo, Chirolo viaja a su adorada infancia y nosotros, sus alumnos de música, lo acompañamos en ese viaje maravilloso por los aposentos quijotezco de molinos de viento aferrados con firmeza en su memoria de músico, y,  notamos que, sigue siendo un niño al que le toco cumplir sesenta años.

Chirolo es un titiritero, fabrica decorativos muñecos tensados por cuerdas, los hace hablar y bailar, para que los niños aprendan las tablas de multiplicar al son de una animación que él ha diseñado con gracia y don de ventrílocuo. Es hermosa la obra teatral escrita por él en cada una de sus fases en la que imita el trinar de los pájaros que circundan su casa en las inmediaciones del río Castán, en San Jacinto, Trujillo, Venezuela, su pueblo natal.

Chirolo es de verdad un maestro y los que hemos tenido la fortuna de ser sus alumnos, yo lo he sido desde los sesenta y dos años, no hemos transformado en sus discípulos. Sentado frente a nosotros, cuatro en mano, instrumento musical declarado monumento nacional de Venezuela en el año 2013, nos hace repetir las diversas figuras para lograr que las melodías suenen al ritmo de vals, al ritmo de merengue, al de la gaita todas con obras musicales de Pablo Camacaro y una que otra de su propia cosecha.

Indico que nos transformamos en sus discípulos por cuanto modelamos su estilo de enseñar y de ejecutar el instrumento, incluso quisiéramos adoptar su inseparable alegría. Cuando alguno de nosotros escucha a otro de sus alumnos ejecutando alguna canción, cuatro en mano, sentimos que en ella está la presencia de Chirolo.

La repetición como estrategia de enseñanza no sólo la aplica para los movimientos rítmicos y para transmitir la armonía que acompaña las obras, también lo hace para que sus alumnos logren trasladas los arreglos a cualquier tonalidad en el pentagrama musical. 2-5-1, 6-2-5-1, 1-4-5-1, son secuencias que acostumbra pronunciar en sus clases de armonía.

Dicen que el nombre de pila bautismal de Chirolo es Luis Orlando, pocos saben que es el sonido por el que lo llamaban los primarias días de su vida. Cuando comenzó hablar indicaba a sus amigos cercanos que su nombre era Chirolo y así lo llamamos con el sumo respeto que él y su obre merece.

Dr. Edgar B. Sánchez B.


No hay comentarios:

Publicar un comentario