lunes, 13 de julio de 2020

CORREGIR, ES EDUCAR


¿CORREGIR, ES EDUCAR?

Educar es la tarea más compleja de todas cuanto existen, no porque sea inaccesible el conocimiento que se requiere para hacerlo, si, por cuanto, a quien está dirigido este supremo bien, requiere que acepte las dinámicas de la perfecta comunicación. No todos están dispuestos aceptar, es trajinar por caminos agrestes. 
Lograr que una persona que considere que haya elementos que no ha adquirido con la perfección necesaria, es un reto de sutileza y acierto para quienes pretenden hacerlo entender y enseñar. Sobre todo, si es por la vía de la corrección simultanea al "error", los que corrigen en algún momento vivo, produce ofensa, no importa cuan madura sea la persona que recibe, más, y en eso hay que tener extremo cuidado para no producir rechazo,  si la observación es en público.
Para estos fines, me gusta traer a colación del palabras con las que Descartes inicia el primer capítulo del “Método”: “El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo, pues cada cual piensa que posee tan buena provisión de él, que aún los más descontentos respecto a cualquier otra cosa no suelen apetecer más del que ya tiene” con semejante afirmación es de considerar que educar es realmente arduo.
Creo con firmeza que los que siempre estamos dispuestos a trabajar por el fortalecimiento de este bien cultural somos, por alguna razón, los que en variados momentos de nuestro diario compartir fuimos corregidos o, más común, nos costó adquirir las riquezas del lenguaje que deseamos transmitir. 
De seguro, a mí me ocurrió, recibir correcciones sobre el uso correcto de las palabras: haya (de haber), aya (cuidadora de niños), allá (de lugar), halla (de encontrar); vaya (de ir) , vall a(aviso publicitario), baya(fruto); echo(de echar, échele jabón a la ropa), hecho (de hacer, no he hecho la comida), incluyendo que no se dice “habemos” cinco, sino somos cinco, por cuanto corresponde a la conjugación en presente indicativo: yo soy, tu eres, el es, nosotros somos, Escribir Dios, cuando se refiere al único, es de vital importancia. 
También he tenido la suerte se ser corregido en el uso de cónyuge, la mayoría de las personas lo pronuncian con “u”  conyu-gue,  sabiendo que no se escribe conyugue sino cónyuge. Un campesino amigo me corrigió la palabra abigeato, yo decía abigueato.
Ahora bien, no sólo es escribir o pronunciar palabras en forma incorrecta, también hay usos incorrectos. Por ejemplo, en televisión, en radio, en prensa, como muletillas, sin consciencia de uso, se repiten las palabras: colocar y poner en frases donde esas palabras nada tienen que hacer allí. Se usa incorrectamente ponga la huella en el aparato para ejecutar el pago, en vez de presente la huella; ponga la huella en este recuadro de datos personales, en vez de estampe la huella; coloque el dedo anular como cejilla en los instrumentos musicales, en vez use el dedo anular como cejilla; coloque el número de cédula en vez de escriba el número de cédula; coloque el agua en el envase, en vez de vierta el agua en el envase.
Claro, es menos difícil cometer errores en el lenguaje escrito, por cuanto hay posibilidad de corregir en la marcha, sobre todo por contar con correctores electrónicos y/o en red. El lenguaje hablado es dinámico, las posibilidades de error son mayores, sin embargo, con entrenamiento y supervisión, se mejora el uso del idioma.
Dr. Edgar B. Sánchez B.


sábado, 4 de julio de 2020

PADRE NUESTRO, MODELO DE VIDA


MODELO DE VIDA

Una de las razones por lo que el padre nuestro es una oración que debemos aprender, es que ella es un modelo de vida. Nótese que primero se refleja respeto y aceptación, se le expresa reconocimiento, "santificados es tu nombre", manifestación que el mundo que no ofrece es perfecto, tal cual, sea trasladado a nosotros, hay glorificación al nombre del creador y se le invita, con respeto y admiración, que venga a nosotros, con todo su reino.

Así debería ser nuestras acciones, ver primero y manifestar que en nuestros semejantes, sobre todo si son vecinos, las proyecciones positivas que poseen. Reconocer en nuestros gestos, palabras y acciones que sabemos y sentimos sus virtudes, sin que esto conlleve a la adulación. Pues la adulación no transmite respeto.

Tratar de sentir lo positivo en lo que el semejante: hace, dice o escribe. Si, en ello, pudiera haber asuntos en las que no se está de acuerdo, esperar un tiempo, para el respectivo filtro y maduración actúe, desde la aplicación del “temor de Dios”,  luego, si es que aún se requiere, hacer las observaciones en forma privada, todo tiempo en positivo. Quedará abierta el “venga a nosotros tu reino”. El reino de la paz, la tolerancia, el respeto a la otredad.

En la segunda parte de la oración modelo de vida, luego de indicar las virtudes que el otro posee, viene la solicitud, entre ellas, perdona nuestras ofensas, como también lo hacemos. Ni más ni menos. 

Dr. Edgar B. Sánchez B.   

lunes, 15 de junio de 2020

REINA PEPIADA

REINA PEPIADA


Heriberto Álvarez, creador de la Reina Pepiada, nos relata en una colorida crónica los orígenes de la popular arepa, hoy por hoy patrimonio gastronómico de los hogares venezolanos. Una historia cargada de nostalgía, recuerdos y mucho, mucho sabor. Grandes personajes desfilaron por los Hermanos Álvarez, la tostadita de la Gran Avenida: Billo, Sadel, Oscar Yanes, Aquiles Nazoa, Renny Ottolina y Susana Duijm, entre otros, fueron clientes de excepción. El más celebre, sin dudas, Luis Caballero Mejías. Lea y entérese el porquéCuéntame:

Efectivamente, la Reina Pepiada es la arepa más famosa del país. Su receta original dice que es una tostada rellena de pollo guisado y luego horneado, acompañado de lonjas de aguacate y granos de petit pois o gisantes. Actualmente, los establecimientos la rellenan con ensalada de gallina, mayonesa y aguacate.Pero cuál es su origen. ¿De dónde proviene su nombre? ¿Quiénes y quién fueron creadores e inspiración del famoso majar? Conozca la historia de la Reina Pepiada, del testimonio de uno de sus restauradores.Su creador fue Heriberto Álvarez, nativo de Las Araujas, una población del estado Trujillo. Y a los 83 años no deja esta crónica sobre la historia de la arepa:“La autoría de la Reina Pepiada no es sólo mía sino también de mis seis hermanos ya fallecidos y, por supuesto, de mi ingeniosa madre: María de los Santos Álvarez, que en paz descanse. Todo comenzó cuando mi papá murió, estando nosotros muy jóvenes. Mi mamá nos trasladó desde Trujillo para Caracas en un camión de estacas. Nos instalamos en la Esquina de Cola e’ Pato, en El Guarataro. Allí montamos un negocio de empanadas. Se hicieron tan famosas que la gente se venía desde El Paraíso, expresamente, a probarlas.‘Como nos fue tan bien pudimos abrir otro local de Maderero a Bucare, cerca de la Plaza Miranda. Mis hermanos y yo le pusimos El Chance. Fue allí donde vendimos las primeras tostadas. Nuestro primer cliente se acercó a las 8:30 de la mañana, en octubre del año 1949.Nos preguntó: ‘Muchachos, ¿qué es eso de tostadas?’. Le explicamos que así se le decía a la arepa rellenita en Trujillo. Pidió una de queso de mano y se la devoró gustosamente. En ese momento se llamaba Alfredo Sánchez, vivía a una cuadra del negocio y era un aficionado al canto. Después se convirtió en Alfredo Sadel. Imagínese qué suerte nos dio ese señor de ser el primero que se comiera una de nuestras arepas’.El origen del nombre‘Con el tiempo fuimos creciendo y, en el año 55, abrimos Los Hermanos Álvarez en La Gran Avenida , la que comunica Plaza Venezuela con Sabana Grande. Estábamos en un punto estratégico, porque teníamos al lado la hermosa floristería de las hermanas Belloso y un negocio muy visitado que se llamaba Todo París.‘Nuestros clientes fijos eran Aquiles Nazoa, Oscar Yanes, Billo Frómeta y Abelardo Raidi, entre otros. Ese mismo año, la señorita Susana Duijm ganó el Miss Mundo. Para rendirle homenaje, vestimos dereina a una de nuestras sobrinas, que tenía apenas 12 años. La sentamos como en un altarcito para que la gente la viera en el establecimiento. Entonces pasó un señor y nos preguntó por qué teníamos a esa niña allí. Le explicamos que era un homenaje a la nueva soberana de la belleza. Nos dijo: ‘¡Pero si yo soy el papá de Susana! Se las voy a traer para acá’. Y así fue.‘Un viernes, como a las 10:00 de la noche, se apareció la señorita Susana con su papá. Yo le di una tostada en sus manos y le dije: ‘Mire, esta tostadita se la preparó mi mamá especialmente y se va a llamar La Reina, así como lo es usted’. Ella me dijo: ‘Muchas gracias, mijo’, y se la comió con un juguito. Y como en esa época, a las mujeres de buenas curvas, así como Susana, se les llamaba ‘pepiadas’, le pusimos ese apellido a la arepa.‘Mantuvimos el negocio hasta el año 68. Otro que nos promocionó incondicionalmente fue Renny Ottolina. ¡Cómo se portó ese señor con nosotros!’.Sobre la preparación original‘Se amasaba muy bien la mezcla y se le incorporaba una cucharadita de mantequilla. En aquella época se conseguía la marca Alfa , que era muy buena y salía barata. Así, la masa adquiría una textura más flexible y perdurable. Una vez que se les daba forma, las arepas iban al budare por cinco minutos, luego al fogón hasta que se les levantaba la conchita, lo cual indicaba que estaban listas.‘El relleno, originalmente, es un pollo macerado: mi mamá primero lo sancochaba y le ponía bastante aliño y lo dejaba hasta el día siguiente en la nevera. Después lo horneaba y posteriormente era que le sacaba las lonjitas para rellenar la arepa. Una ocurrencia de ella fue ponerle aguacate. Y como en el negocio teníamos petit pois, porque a la gente le encantaba, entonces los añadimos a la arepa’.Alrededor del reinado‘Después de La Reina vino otra arepa que también se hizo famosa. Era La Multisápida. La llamamos así porque Rómulo Betancourt hablaba, en los cincuenta, del surgimiento de una política multisápida. Queríamos hacer alusión a algo que estaba sobre el tapete. La nuestra tenía un poquito de queso, otro poquito de chicharrón, otro de pollo…‘Bien bonita, eso sí. No menos famosa fue La Prohibitiva. Era una tostada rellena de caviar, un invento de uno de mis hermanos como estrategia de ventas. La Reina costaba un bolívar y la gente se quejaba de que era muy cara, ya que las demás no pasaban de real y medio o real y cuartillo.‘Entonces pusimos La Prohibitiva a 27 bolívares para que La Reina luciera mucho más barata. Pero el venezolano siempre ha sido muy pantallero. Nunca faltaba alguno que llegara y dijera a todo gañote: ‘¡Álvarez, dame una prohibitiva!’, y en secreto te susurraba: ‘de queso de mano’. Todo era para aparentar que podían pagar una cosa que nunca se vendió. Otro de nuestros productos principales lo llamamos ‘Sistema Nervioso’. No era más que el mondongo. Le pusimos así por un borrachito maracucho que siempre nos visitaba y pedía: ‘Dame un nervioso’. Según él, era lo único que le quitaba el malestar.‘Pero el cliente, quizás, más importante que tuvimos fue el señor Luis Caballero Mejías. Una noche se presentó con una bolsita de harina y nos dijo: ‘Muchachos yo preparé esta mezcla a ver si las arepas me quedan igual a las de ustedes’. Nos pidió que la probáramos y nos explicó que eran dos kilos de maíz, primero sancochados, luego molidos y posteriormente secados. Nos fue muy bien con esa mezcla. Y cómo no, si lo que nos estaba dando era la fórmula de la harina Pan. Un día se presentó un señor llamado Lorenzo Mendoza y le compró la receta. Lo demás es historia”.

miércoles, 10 de junio de 2020

LA ESENCIA EN SANTO TOMÁS DE AQUINO

LA ESENCIA EN SANTO TOMÁS DE AQUINO

El manejo de la esencia, es vital para entender y aceptar la repetición cíclica. Sugiero leer sobre la belleza de Santo Tomás de Equino. En la belleza desarrollo que la esencia esta la que realmente debemos conocer. En la esencia esta inscrito todo, solo hay que conocer la esencia de todo. Todo es repetitivo, incluyendo lo eventos del planeta. Por ejemplo cuando se ve un perro aunque no haya ladrado sabemos, por conocimiento de la esencia, que ladra, que es anciano a los 15 años, que es adulador aunque lo golpes, que gruñirá si se siente en peligro, que aullará en momentos de nostalgia para él, que sufrirá en enfermedades veneras asintomáticas. En fin conocer la esencia es lo vital para comprender variados fenómenos.

Dr. Edgar B. Sánchez B. 

sábado, 6 de junio de 2020

ENTRE TACHIRENSES (NO FUE ESCRITO POR MÍ)

ENTRE TACHIRENSES
Prof. Guiomar Caminos “La Nación” el 21 de diciembre de 2001, título original “Carta a un amigo”.
Carta de un tachirense a un amigo que se fue a Canadá:
Querido Timoleón no te imaginás la alegría que me produjo la lectura de las líneas que me enviates.
Pensar que te fuites hace cuarenta años y nadie sabía pa’dónde te habías ido. ¡Hay que tener las chigüizas bien puestas pa’irse a vivir en el Canadá! ¿De leñador, ala? Con el hielo que hace por allá y decía tu tía Emerenciana que apenas te llevates una muda.
Total, me contenta que te haya ido bien y que ya logrates la jubilación. Que te casates con una gringa y que tenés dos muchachos que ya graduates. Les mostré la foto a los carajos del barrio y el tariolas del Lucidio no te reconoció. ‘Tas gordo y colorao, como debe ser. Muy bonita la doña, saludala de mi parte.
Me pedís que te cuente cómo está San Cristóbal, qué ha pasado con los contemporáneos, etc.
Son muchas las vainas que han pasado y esto ha cambiado tanto que no sé si la porra me dé.
De partida te prevengo que ya casi nadie garla como nosotros y menos escribir como lo hacemos. Vos que aprendites idiomas, sabés que las lenguas cambian y lo que ayer servía para decir una cosa, hoy ya no se usa. ¿Te acordás cuando íbamos al pozo de «Las Sardinas» y lo atravesabas consumido? Hoy, ni está el pozo ni nadie se consume.
Ya nadie sale espitao, volando ni mandao ante un peligro; los toros no se esgaritan; ya no se abanan los totes; ahora no te salen secas, loras, nacidos, lobanillos ni almorranas; las niguas y los chapetones se acabaron; los hombres ya no tenemos turmas, chigüizas o güevas; hoy las casas no tienen aposentos, zaguán ni pilastras; la gente no va al fondo a hacer aguas ni a cantar; los chinos no tienen nonos ni nonas; los micos desaparecieron de la dieta diaria, tampoco se consiguen gallinazos, pocas señoras cocinan mute o pira y son también pocos los que comen pajarilla, menudo o cosa’epan; ya no venden en la pesa ni guargüero ni bofe; no vuelan los chulos encima de los mortecinos; los niños no juegan runcho, coca, a las cuarenta matas ni a la candelita; no se consigue pan sobao, mojicones, mogollas ni colaciones; los dulces de leche cortada de las Cacique se fueron con ellas; la guardia prohibió la venta de cachimbo, puro o con eneldo o manzanilla; ya nadie va al mercado con mochila de fique, maruza, canasto o pollero; no se usan calzones, naguas y no existe ropa de entrecasa; desaparecieron los piscos y ya nadie te jode imitando sus graznidos cuando los pantalones te quedan cortos; se acabaron los sobrenombres; ya nadie apuntala en la tarde ni toma aguamiel; las muchachas no tienen batatas, cuadril ni cangrejera; el güitomí con chicle bomba no existe así como la bolera y la juña; hay poca gente que se siente frasca, imperiosa, repelente y, mucho menos, pinga o soca; ya casi no vienen centranos o reinosos; los pesados son especie en extinción; no usamos agualucema patico; desaparecieron los noveleros; nadie cae hoy bombiado si le jondean una pedrada; son pocos los que se sienten enguayabados o les da ecoyunto; ya no se escartuchan muchachas pues la cosa no es mogolla; ya no se dan arepazos ni pescozones; cuando llueve nadie se ensopa. Y si te atrevés a decirle ala a alguien, se calienta y te responde que él no es colombiano. Se olvidan dónde nacieron los nonos.
Cómo te habrás dado cuenta, querido Timo, si regresás algún día por el pueblo vas a tener que aprender a expresarte, de manera tal que la gente nueva te entienda. Como lo que se oye por la televisión y la radio es chicuca ventiada, te aconsejo que pongás algún canal venezolano de esos que salen en el cable. No es nostalgia, Timo; no es que yo esté alargando la cadena del ancla o encerrado en el mismo juguete, es que nos vamos quedando con tan pocas cositas. ¡Ah, qué cabeza la mía! Se me olvidaba decite que todavían quedan algunas palabritas de las de antes.
Para tu alegría, el toche sigue reinando en el Táchira. Y la cuca y la bizcocha.
Hay todavía imbombos y a pesar de la vergüenza que nos da cuando nos vamos a vivir en Caracas, por lo del hablao, la musiquita no nos abandona, particularmente esa «n» que nos sale de lo más profundo cuando decimos Ramón, mamón, Chacón y que nos delata como nacidos en esta olvidada tierra, que ahora se divide, por obra y gracia del muerganaje, en dignos y los que no lo son. Acordate también que en eso de diminutivos y aumentativos nadie nos gana, por ello algunas tienen bizcochononón y otros toches chiquititicos.
No pensés mal, pero ahora toches son los bobarrones, los tariolas, los imbombos, los pendejos. Una tochadita es un regalito que hacemos, eso sí, con cariño.
Las tochadas, las mismas que vos conocites antes de irte, al igual que las pingadas y las muerganadas. Venite tranquilo. Llegá a mi casa y traé la doña. Vas a encontrar a San Cristóbal muy cambiada; quizás no la reconozcás porque de tantas vainas que le han hecho la han vuelto fea.
Timoleón, yo no sé si vos conocés una vaina que dijo Fernando Pessoa, un poeta portugués, sobre su país: que valía más la gloriosa memoria que el futuro incierto. Estas líneas que te escribo me tienen frasco. Más todavía: mi nieta me dice nono y como en la propaganda de la tarjeta de crédito, eso no tiene precio. Recibí una abrazo extensivo a los tuyos.
Te recuerda y te espera, Guiomar Caminos.
El texto anterior del prof. Guiomar Caminos fue publicado en la edición aniversaria del diario “La Nación” el 21 de diciembre de 2001 bajo el título original de “Carta a un amigo”.
Lo rescatamos porque muchas de las expresiones y palabras que contiene, han desaparecido o están condenadas a hacerlo en breve, y porque la belleza del idioma español en todas sus expresiones debe ser divulgada.

martes, 19 de mayo de 2020

CAMBIO CLIMÁTCO


Este tipo de publicaciones, que muestra lo actual y lo porvenir, con las que se desea producir en los lectores alarma y preocupación, pasan, generalmente, desapercibidas.
Es lo preocupante, nuestra nave espacial y todo lo que hay en ella, está siendo destruida por los hábitos que hemos adquirido en los últimos años. La contaminación es real, aún creemos que no es alarmante, por lo que no prestamos la atención debida, para que, firmemente concienciados,  dediquemos tiempo, actitud y aptitud para producir con independencia los cambios necesarios.
El arte ha permitido,  cuatro de sus obras, para estimular la concienciación. En los cambios se pretende representar los riesgos que corre la vida en al  planeta y singularmente la humanidad causante de tan cuantiosos e irreversibles daños:  
Las pinturas modificadas para la concienciación de la humanidad, por cuanto son o deberían ser las más conocidas son:  Felipe IV a caballo, de Vélazquez; Los Niños en la Playa, de Joaquín Sorolla; El Parasol de Francisco de Goya y Caronte cruzando la laguna Aristigia de  Joachim Patinir.
En Felipe IV, modificado, el caballo levanta la cabeza para no ahogarse, mostrando esfuerzo extremo para mantenerse a flote, pues las aguas han cubierto la tierra y parece que continuar{a así en la distancia, el jinete debería bajarse para evitar ahogarse juntos, no lo hace, es signo inequívoco que el hombre da prioridad a su bienestar y no entiende que la vida es lo importante, no importa la morfología que   posea, la crin no luce brillante y esta descuidada, no puede ser de otra forma, destruida por el sudor y el esfuerzo; el sombrero del jinete está opaco por el tiempo que llevan en las frías aguas, su borlado se destruye por la acción de las turbias aguas incontroladas; el mando que llevaba Felipe IV en la mano derecha ha desaparecido indicador que no tiene el control de la situación, ni la de él ni la del caballo;  los nubarrones han obscurecido, el firmamento que antes era azul  luminoso y con nubes amigas, se muestra arrogante, dispuesto a llevarse todo a su paso;  la bandana, signo de poder y soberanía, solo sirve de amarre para que no se pierda el peto que protector contra el duro frio;  el sobrevuelo de la montura, antes signo de decoración contribuyen a mantener calientes ancas de la montura;  las patillas del jinete se muestran desordenadas y crecidas, es natural por el tiempo que han pasado con la crecida del agua como única compañía.

martes, 12 de mayo de 2020

ASUNTOS ÚTILES, BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE


ASUNTOS ÚTILES


Cuando llevamos a cabo la devoción del rosario, hay que tener cuidado con la frase “bendito es el fruto de tu vientre, Jesús” por cuanto se cometen dos ligerezas que es bueno corregirlas. La coma  “en tu vientre, Jesús” hay que hacer la pausa para que se sienta que Jesús es el fruto bendito, de no ser así pudiera entenderse que el vientre es de Jesús, sabemos que no es posible por el género. La otra observación, téngase cuidado, repito la frase con el error,   “bendito SEA el fruto de tu vientre, Jesús”, SEA no debe ir allí, por cuanto a nosotros no nos corresponde solicitar que sea bendito, ya lo es por ser Dios. Para que el error quede corregido repito la frase en su forma correcta  “bendito es el fruto de su vientre, Jesús”