sábado, 14 de mayo de 2016

ESTUDIAR VIVIENDO


Estudiar no es tan difícil, como algunos platean, ser exitoso en ello, si lo es. Sacar un veinte no es difícil, si los es aprender. Requiere construir, poco a poco, con años de esfuerzo, andamios,  estructuras cognitivas que permitan el entender, el crear, el expresar; se logra cuando se sigue, en su totalidad, sin lagunas, lo planteado por los niveles educativos en sus distintas etapas y se estudia algo más. Ente ellos: buen lenguaje, hábitos de estudio, reforzamiento en los momentos de ocio, cuando se comparte con amigos la temática que se desea profundizar.

Cuando enuncio la categoría estudiar, no me refiero sólo a aulas de clase, tampoco a una mesa repleta de bibliografía, tan indispensables en el quehacer intelectual, hombros de gigantes. Más bien asumir el aprender en el diario trajinar y en el diario compartir. 

Tengo un sobrino, que estudia, en todo momento: cuando cultiva fresas, duraznos,  higos y cuando siembra buenas relaciones con la familia. Otro que dialoga con el saber, cuando está repotenciando vehículos de carga masiva, ahí en su lugar de trabajo y en tertulias,  se aprende sobre torque, embobinados eléctricos, diseño de frenos de alto impacto y,  cuando se hacen las hallacas, se aprende de él sobre como deberíamos familiarizar el esfuerzo para garantizar la cena navideña. Tengo una sobrina que estudia cuando practica triatlón, cuando piensa en ciclovías, cuando resalta su belleza,  ella es angélica en todo: en el caminar, en sonreír, en mostrar lo que desea. Por cierto se gradúo recientemente de ingeniero y ya está inmersa en una empresa aportando saber y aprendiendo en el estudiar diario, el de todos los momentos que la vida hace vivir.

Estudiar no es sólo sentarse acompañados de libros, esa, aunque necesaria, es una pequeña parte, por ello debemos, lo digo en el deber de la obligación, estar en constante contemplación, en constante escucha; de ser así, el amigo del genial Vigotsky, se presentará sin que lo veamos, probablemente sin que lo escuchemos, solo lo sentimos.


Dr Edgar B. Sánchez B. 

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