miércoles, 13 de septiembre de 2017

EL PSICOANALISTA

EL PSICOANALISTA 


Creí conocer al psicoanalista, me equivoqué, no es tan viejo, como lo describe su relato. El que conozco es un buen lector, tal como el descrito y buen conversador, algunas veces he ido a escuchar sus conferencias, sobre todo en la biblioteca pública, la que está cerca de la plaza Bolívar. Él no es tan viejo, incluso tuvo un mustang, creo que 76, este carro sólo lo usan los jóvenes, si él lo usaba era porque no era tan viejo, por cierto, ahora casi no lo veo, ¿será que se hizo viejo? o estoy tan equivocado, que en realidad estaba viejo, y yo, por el aprecio que le tengo, lo veo joven. Es broma, la válida es la primera impresión. Todos hemos tenido a un psicoanalista o al menos alguien que nos escucha, el mio es un personaje de un uno de mis sueños, en el sueño me quedo dormido, y sueño, en éxtasis, de ser un sueño de otro sueño. El psicoanalista de mi cuento era el asesor de una pareja que tuve y ella creía necesitar asesoramiento, ahora que en realidad lo necesita, ya no busca psicoanalistas. Mi antigua pareja no perturbará mis sueños. Salí de la normalidad, no pertenezco a la campana de Gauss.

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