sábado, 16 de septiembre de 2017

LA TERQUEDAD

LA TERQUEDAD 


La amistad puede estar sustentada por múltiples conveniencias de la vida. Ella siempre es necesaria, sin su presencia la vida sería un paseo por profunda pesadilla de alusinación. Soy de los que creo, que no hay amistad sin interés, aunque esté sea la subliminal razón de disfrutar buenas conversaciones o paseos por los campos o tal vez visitar con transporte y apartamento amoblado una ciudad cercana incluyendo bebidas espiritosas en un lugar nocturno, en mi caso la bien amada cuidad de los crepúsculos, Barquisimeto. La amistad, con interes divinal, se cuida, se alimenta. Tengo amigos que me llaman siempre y los llamo todo el tiempo, me interesa su amistad.
Uno de mis amigos, que aprecio a montón, siempre trae a colación, que no entiende porqué comprar una casa en el campo si se tiene amigos que la poseen. Por su puesto él igual que yo, pretendemos disfrutar de esos ambientes de ambrosía sin los gastos que ocasiona mantenerlas funcionales. Solo aportar, cuando visitamos esos predios de otros, unos momentos de relax al hacer un suculento sancocho de gallina o propiciar una que otra tertulia con músicos: Para decir verdad, el personaje con el que comparto la mayoría de mis ambientaciones, nunca permite que algún ingrediente de la preparación de la comida toque sus manos y es el primero que come, aunque le reconozco que con él se goza a montón por sus ocurrencias y aporta efectivo, tan escaso hoy día. En verdad que nos ha ido bien con esta estrategia, sin embargo tomando en cuenta las ganancias que se obtiene cuando se venden, después de mejorarlas, es una terquedad no adquirir bienes de esa naturaleza.
Observen que usé la palabra terquedad. Esta insertada intencionalmente para desarrollarla con algunos ejemplos. Uno de mis amigos, con el cual disfruto incontables momentos de paseo y tertulias, ninguno de ellos aburrido, posee una casa campestre de estadía temporal en una de las zonas más hermosas del estado Trujillo, Venezuela: Sabaneta. Áreas verdes con frondosos pinos y plantaciones florales de múltiples colores, con vista panorámica a las ciudades: Valera, Motatan, Pampanito, Pampan, La Concesión, Escuque, La Orqueta, Sabana Libre. De verdad es un paraíso visual, en las noches, cual pesebre, se disfruta como si fuese un cielo de estrellas o luciérnagas que titilan para mostrarse majestuosas. Además, para el colmo del disfrute visual, el fogón a leña, que utilizamos para los aderezos, está precisamente en uno de los mejores miradores de la casa. Se capturan las montañas en las cuales, en perfecta armonía están las ciudades que les nombre.
No todo es perfecto, aunque la perfección es ilusión en perspectiva, lo que es perfecto para algunos, para otros puede no serlo. Tengo por ejemplo: Otro amigo con el que suelo jugar billar. que no te deja pensar, antes que te acerques a la mesa, toma el taco, se para frente al la bola, y te dice "debe realizarse así esta jugada", imaginase la frustración. Si la carambola se logra, aunque no sea como la planteó, siempre indica -ves, que te enseñe bien.
Sé que hay personas, como yo, que son felices de tener amigos, que no le den tiempo para actuar ni pensar; un compartir sin compartir, ya que el compartir es mostrar errores y aciertos en las distintas etapas del estar juntos. Hay personas que le gusta, sin que usted haya tenido oportunidad de pensar anunciar como se como se hacen las cosas. En el el billar con cual banda, con cual efecto. No permite que se actúe en el disfrutar. Todo jugador aspira exhibir el nivel en el que se está y mostrar alternativas posibles. Ahí es donde defiendo el que la amistad está basada en el interés, algunos les interesa no pensar y otros no dejar pensar.
Sin embargo está estrategia para algunos es provechosa ya que aprenden desde la experiencia de otros, como moverse sobre la mesa y cuando estén solos, porque de verdad lo necesitan, usar estas enseñanzas para crear sus jugadas. Eso sí, no tendrá la oportunidad de lucirlas, por cuanto, al hacerlas, te dirán, viste, viste, ya realizas bien la jugada que te enseñe. Normalmente, cuando alguien se opone a ser enseñado, por un maestro con estas estrategias, es catalogado como terco, por cuanto, dice el maestro terco, no quieres aprender.
Lectores amigos, disculpa que dedique tanto tiempo y espacio a describirme como soy. Un completo caos. Aún siéndolo, hay personas que me soportan. Imagínese que uno de ellos me regaló un celular de última generación. Creo que lo hace para no tener que compartir en vivo, solo en lo virtual.
Dr. Edgar B. Sánchez B.
Será editado hasta terminarlo. Si alguien se siente aludido, por favor, no se moleste.

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