martes, 8 de marzo de 2016

EL VIAJE DE “UN CUATRO ADMIRABLE

EL VIAJE DE “UN CUATRO ADMIRABLE

Los conciertos que dará Richard Rodríguez con el nombre de UN CUATRO ADMIRABLE, cumplidos 200 años de la Campaña Admirable, visionada y liberada por el Brigadier Simón Bolívar en 1813, y en el marco del 2013, Año del Cuatro, instrumento Patrimonio Nacional, declarado así por Ministerio del Poder Popular para la Cultura, para establecer el marco jurídico correspondiente que permita la asignación de recursos y voluntades con la finalidad de hacer llegar a todos los venezolanos la oportunidad de ejecutarlo, estudiarlo y permitirle sea interprete de los sentimientos que deseamos expresar en recietud. Este instrumento vive y suena en la conciencia colectiva venezolana, hace y deshace amores y acompaña batallas y soldados como lo hizo desde Cúcuta a Caracas con interludios en Niquitao, Agua de Obispo, Horcones y Paguanes para fundar así a segunda república que duraría desde 1813 a 1814.

El cuatro no solo es admirable por estar inscrito en la memoria social de los venezolanos, es suficiente un repique, sin importar el nivel del ejecutante, para que se accione los sensores emocionales y estemos dispuestos a realizar las faenas bajo la dirección de sus acordes y su prodigiosidad rítmica. También es admirable porque nace de manos laboriosas, de lija y caladora; habitantes de la noosfera por su sensibilidad, estética y equilibrio que moldea nobles maderas idiófonos como: pino abeto, ebano, yagrumo, cedro, palisandro (palo santo), algarrobo, caoba o guatambú para darle la forma conocida; manos venezolanas para el mundo, manos luthier, que calibran trastes, cejillas y cuerdas de alta tensión para producir la nota precisa que acompañará el LA-440.

El cuatro, pensado como acompañante, se está haciendo sentir como protagonista en músicos expertos en teoría y ejecución que escudriñan y encuentran potencialidades no previstas que se muestran de instante en instante en la medida que se socializa y se hace uno con ejecutantes como: Jacinto Pérez, Leoncio Narvarte, Hermanos Chirinos, Fredy Reyna, Roger Marín, Asdrubal José (Cheo) Hurtado, Hernán Gamboa, Rafael (pollo) Brito, Jorge Polanco, Richard Rodríguez, Jorge Glen, Leonardo Lozano, Gustavo Colina y otros tantos que lo estudian a la sombra del samán y lomos de caballos.
El cuatro-tradicional-venezolano, ─hago énfasis en que se lea como una sola palabra─, dispone de hitos, que lo hacen histórico: Primer hito, es el SI actual, pues procede de un SI octavado, por lo que la realidad venezolana, por falta de cuerdas que soportaran tensión, condujo la creatividad de los músicos hacia la presente afinación y, este acertado cambio captura el sentimiento nacional y el repertorio de canciones venezolanas se hizo fructífero para expresar la raigambre de su pueblo; segundo hito, el cuatro concertista, se viste de independencia en las manos de Leoncio Narvarte, ─seguido por Jacinto Pérez─, considerado el primero, así registrado por la historia escrita, que llevó al cuatro al escenario para que mostrara su evolución, y, aunque siguió siendo el amigo que acompaña otros instrumentos, exige ahora que lo acompañen para presentarse como instrumento protagonista.

El cuatro-Ramírez que se mimetizó con Richard Rodríguez, saldrá de gira por Venezuela en conciertos y talleres con la firme convicción de raizarlo en ejecución y comprensión. Será acompañado por músicos trujillanos Luis Alexis Aranguren, Roger Marín y Lisandro Chacón; bronceados por la calle, por la serenata, por la enseñanza y por el ensayo continuo con los grandes y también por quien escribe Dr. Edgar B. Sánchez B. aprendiz de este hermoso y expresivo instrumento.


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