EL VIAJE DE “UN CUATRO ADMIRABLE
Los conciertos que dará Richard Rodríguez con
el nombre de UN CUATRO ADMIRABLE, cumplidos 200 años de la Campaña Admirable,
visionada y liberada por el Brigadier Simón Bolívar en 1813, y en el marco del
2013, Año del Cuatro, instrumento Patrimonio Nacional, declarado así por
Ministerio del Poder Popular para la Cultura, para establecer el marco jurídico
correspondiente que permita la asignación de recursos y voluntades con la
finalidad de hacer llegar a todos los venezolanos la oportunidad de ejecutarlo,
estudiarlo y permitirle sea interprete de los sentimientos que deseamos
expresar en recietud. Este instrumento vive y suena en la conciencia colectiva
venezolana, hace y deshace amores y acompaña batallas y soldados como lo hizo
desde Cúcuta a Caracas con interludios en Niquitao, Agua de Obispo, Horcones y
Paguanes para fundar así a segunda república que duraría desde 1813 a 1814.
El cuatro no solo es admirable por estar
inscrito en la memoria social de los venezolanos, es suficiente un repique, sin
importar el nivel del ejecutante, para que se accione los sensores emocionales
y estemos dispuestos a realizar las faenas bajo la dirección de sus acordes y
su prodigiosidad rítmica. También es admirable porque nace de manos laboriosas,
de lija y caladora; habitantes de la noosfera por su sensibilidad, estética y
equilibrio que moldea nobles maderas idiófonos como: pino abeto, ebano,
yagrumo, cedro, palisandro (palo santo), algarrobo, caoba o guatambú para darle
la forma conocida; manos venezolanas para el mundo, manos luthier, que calibran
trastes, cejillas y cuerdas de alta tensión para producir la nota precisa que
acompañará el LA-440.
El cuatro, pensado como acompañante, se está
haciendo sentir como protagonista en músicos expertos en teoría y ejecución que
escudriñan y encuentran potencialidades no previstas que se muestran de
instante en instante en la medida que se socializa y se hace uno con
ejecutantes como: Jacinto Pérez, Leoncio Narvarte, Hermanos Chirinos, Fredy
Reyna, Roger Marín, Asdrubal José (Cheo) Hurtado, Hernán Gamboa, Rafael (pollo)
Brito, Jorge Polanco, Richard Rodríguez, Jorge Glen, Leonardo Lozano, Gustavo
Colina y otros tantos que lo estudian a la sombra del samán y lomos de caballos.
El cuatro-tradicional-venezolano, ─hago énfasis
en que se lea como una sola palabra─, dispone de hitos, que lo hacen histórico:
Primer hito, es el SI actual, pues procede de un SI octavado, por lo que la
realidad venezolana, por falta de cuerdas que soportaran tensión, condujo la
creatividad de los músicos hacia la presente afinación y, este acertado cambio
captura el sentimiento nacional y el repertorio de canciones venezolanas se
hizo fructífero para expresar la raigambre de su pueblo; segundo hito, el
cuatro concertista, se viste de independencia en las manos de Leoncio Narvarte,
─seguido por Jacinto Pérez─, considerado el primero, así registrado por la
historia escrita, que llevó al cuatro al escenario para que mostrara su
evolución, y, aunque siguió siendo el amigo que acompaña otros instrumentos,
exige ahora que lo acompañen para presentarse como instrumento protagonista.
El cuatro-Ramírez que se mimetizó con Richard Rodríguez, saldrá de gira por Venezuela en conciertos y talleres con la firme
convicción de raizarlo en ejecución y comprensión. Será acompañado por músicos
trujillanos Luis Alexis Aranguren, Roger Marín y Lisandro Chacón; bronceados por
la calle, por la serenata, por la enseñanza y por el ensayo continuo con los
grandes y también por quien escribe Dr. Edgar B. Sánchez B. aprendiz de este
hermoso y expresivo instrumento.
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