martes, 8 de marzo de 2016

REFLEXIONES DE EDAD

REFLEXIONES DE EDAD

Cuando se cumple 61 años, sin que se planifique, vienen hacia la interioridad, deseos de plasmar por escrito, reflexiones que pudiese ayudar, a los de menos, bastante menos edad; tal vez para evitarles rutas de desaciertos, que por demás, son recorridos de aprendizaje, pero que si son narrados desde la experiencia, evitará a los transeúntes tropiezos  que marcan, con lágrimas y sinsabores el vivir, el transitar por este mundo de luz y búsquedas.
1.- Lo primero que viene a mi reflexionar como sugerencia en el vivir,  es precisamente eso, invitar a la reflexión profunda y continua sobre lo actuado y sobre todo en lo no actuado pues esto último deja heridas que de no ser curadas se convierten en llagas que enlutan el recuerdo y lo llenan de nostalgias, por lo que es menester personal cumplir las metas propuestas y, si es posible, las ancestrales, las de familia, no hay que dejar nada a medio camino, a medio hacer, un pasado no resuelto es una hecatombe que pulula sin cesar, un presente palpitante.
2.- Lo segundo que deseo plasmar en esta reflexión de cumpleaños, es el amor aplicado, el amor real, el amor sin paciones, el amor que desde el saber ancestral ayuda, comparte y enseña, nace como sugerencia desde lo moral, y por qué no decirlo, desde lo ético, desde lo reflexionado, para aceptarlo como pauta, como guía, como batuta, pues la sociedad en la que nací, campesino de montañas andinas tachirenses, inculcaba el amor expresado en la mano vuelta, en el convite, en la cayapa, todos cuidábamos todo y todo era de todos; en pocas palabras en el amor aplicado a la otredad, en el todo compartir, en el dar y en el asentar en la juventud valores perdurables como rocas aceradas y fotográficas de lo que somos. Otrora, lo escribo para los muy jóvenes, la sociedad  compartía el sentimiento de Adres Eloy Blanco: “cuando se tiene un hijo, no solo se tiene el de la casa sino el de la calle entera”. Se vivía con respeto a lo ajeno y se compartía. Las comunidades se regían por lo escrito en la carta encíclica del sumo pontífice Benedicto XVI, Caritas In veritate,  sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad   “Todos los hombres perciben el impulso interior de amar de manera auténtica; amor y verdad nunca los abandonan completamente…. la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a nuestros hermanos en la verdad de su proyecto” el amor se dejaba actuar y los hijos de los hijos aprendían de los abuelos suyos y de los otros.

3.- Numeral 67 CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ DEL SANTO ADRE
FRANCISCO SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN La tierra nos precede y nos ha sido dada. Esto permite responder a una acusación lanzada al pensamiento judío-cristiano: se ha dicho que, desde el relato del Génesis 21 que invita a « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28), se favorecería la explotación salvaje de la naturaleza presentando una imagen del ser humano como dominante y destructivo. Esta no es una correcta interpretación de la Biblia como la entiende la Iglesia. Si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas. Es importante leer los textos bíblicos en su contexto, con una hermenéutica adecuada, y recordar que nos invitan a «labrar y cuidar» el jardín del mundo (cf. Gn 2,15). Mientras «labrar» significa cultivar, arar o trabajar, «cuidar» significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar. Esto implica una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza. Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla y de garantizar la continuidad de su fertilidad para las generaciones futuras. Porque, en definitiva, «la tierra es del Señor » (Sal 24,1), a él pertenece « la tierra y cuanto hay en ella » (Dt 10,14). Por eso, Dios niega toda pretensión de propiedad absoluta: « La tierra no puede venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía, y vosotros sois forasteros y huéspedes en mi tierra

4.- Nadar, bailar, leer, practicar un de porte, ejecutar un instrumento, reír de todo lo posible. El término música proviene del griego mousike, que significa «arte de las musas». Como toda manifestación artística, es un producto cultural. Su objetivo es suscitar una experiencia estética en el oyente, así como expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. Se trata de un estímulo que afecta de manera total el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir variadas funciones, ya sean de entretenimiento, comunicación, ambientación, entre otros.

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