martes, 8 de marzo de 2016

ESTÍMULO

ESTÍMULO

Desde la tarima, detrás del compartimiento del Coaching, la mirada atenta del padre estimula perceptiblemente al jugador de béisbol, sólo él lo escucha, el niño trata de enfocar la atención en el entrenamiento, se siente perturbado, las gradas los desviaban de la pelota en juego. Concentrarse, concentrase escucha el niño, la voz está allí en el público, no se irá, está inscrita con lápiz de cuarzo en la estructura diamantina de su cerebro. Batea hijo, escucha de nuevo. De pronto reflejamente jira el bate y conecta un jonrón que cae en las manos del público; se escucha su aplauso. Eso hijo, se vuelve a escuchar. El niño siente que ha complacido a su padre quien podrá irse a cumplir la jornada que en su estado incorpóreo  le corresponde. Adiós papá, pronunció con amor. Esta vez no lloró.  


Edgar B. Sánchez B.  

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